El reclutamiento militar no siempre es usado para objetivos estrictamente militares. Con frecuencia, las autoridades usan el reclutamiento militar como un instrumento para hacer callar a activistas de la oposición, como ha ocurrido recientemente en Bielorrusia.
Dzmitry Zhaleznichenka, un miembro del Frente Bielorruso Popular, fue expulsado de la universidad el 22 de enero, convirtiéndose así en elegible para el servicio militar activo.