Desarrollo juvenil y seguridad en África

Más del 65 por ciento de la población de África está por debajo de los 35 años. Esto hace de África un continente joven, con gran potencial: para una fuerza laboral activa, inmensas energías humanas y reservas de creatividad para la transformación económica, social y política. El potencial de los jóvenes para transformar sus comunidades y naciones podría ser enorme.

Los jóvenes, hombres y mujeres, pueden convertirse en fuerzas para el cambio positivo si juegan un papel constructivo e importante en la construcción de comunidades pacíficas y prósperas. Esto será posible cuando los grupos de jóvenes tengan responsabilidades como ciudadanos y agentes para el cambio social, tomen parte activa en acciones no violentas e inviertan innovadoramente en iniciativas comunitarias.

Sin embargo, el desempleo y la falta de oportunidades educativas implican que muchas personas estén viviendo en la pobreza, involucrándose en conflictos armados y siendo excluidos. De acuerdo con estadísticas de la Unión Africana, más de 10 millones de jóvenes africanos entran al mercado laboral cada año. Así, los jóvenes pueden ser instrumentos y controladores del conflicto. La exclusión social y la privación a menudo han sido utilizadas como explicación para la participación de los jóvenes en conflictos violentos.

Factores estructurales importantes que acentúan la exclusión y la falta de oportunidades para los jóvenes incluyen: desempleo y falta de opciones de subsistencia, una educación y habilidades insuficientes, desiguales e inadecuadas; escasa participación política, y desigualdades estructurales de género y prácticas de socialización. Herencias de la violencia del pasado, como un conflicto armado prolongado, pueden conducir a círculos viciosos en los que la violencia se convierte en la norma y no la excepción.

La experiencia demuestra que cuando un gran número de jóvenes están desempleados y tienen pocas oportunidades para una participación positiva, son terreno fértil para ser reclutados por extremistas étnicos, religiosos y políticos, que tratan de movilizarlos hacia la violencia. En este caso, los jóvenes se convierten en fuentes de inseguridad e inestabilidad. Por el contrario, si la juventud adquiere habilidades para la vida cotidiana, combinadas con conocimiento y liderazgo, pueden dirigir sus esfuerzos hacia la transformación de las horribles condiciones de violencia, desigualdad y pobreza, en paz y prosperidad para todos. Pueden contribuir a la seguridad y el bienestar de sus comunidades.

American Friends Service Committee (AFSC) es una organización cuáquera comprometida con la paz y la justicia social. Se enfoca a la promoción de alternativas para los jóvenes afectados por la violencia estructural, la desigualdad y la injusticia. La construcción de emprendimientos juveniles, habilidades de liderazgo y promover enfoques no violentos para resolver los problemas, son aspectos clave del desarrollo de la juventud. La labor de la AFSC incluye el programa de alternativas a la violencia; los jóvenes han participado en trabajos de rehabilitación y en eventos sobre la paz. Es importante destacar que el trabajo con jóvenes como constructores de la paz tiene ventajas únicas, ya que ellos están más abiertos al cambio, están orientados hacia el futuro, son innovadores, valientes y están bien informados sobre las realidades de sus compañeros.

Los programas de la AFSC permiten a los jóvenes pasar por el “ciclo de Logro Público” mediante el cual pueden asumir funciones de liderazgo en sus comunidades, a través de la realización de trabajos prácticos, por ejemplo, recogidas de basura, deportes y reparación de carreteras. También aprenden cómo trabajar juntos en grupos participativos, y aprender la cultura de la tolerancia frente a diferentes puntos de vista. La AFSC también dirige proyectos de apoyo a la creación de oportunidades de empleo y generación de ingresos regulares. Esto se hace a través de la capacitación en diversas competencias profesionales y en gestión empresarial. Las capacitaciones también incorporan asesoramiento y tutoría. Algunos de los jóvenes capacitados han abierto ya sus propias empresas y se ganan la vida gracias a las competencias adquiridas en el proyecto.

Las voces de los jóvenes son vitales. Cuando participan, pueden influir en la política y en las decisiones que afectan su vida y educar al público a través de pinturas, poesía, música, danza, teatro y deportes. La AFSC apoya la creación de plataformas juveniles donde los jóvenes puedan expresar sus opiniones sobre la paz y la reconciliación en la sociedad. Los jóvenes han fomentado el diálogo y la construcción de relaciones entre las comunidades.

El papel de la juventud es representado a menudo bajo una perspectiva negativa - o bien son víctimas indefensas afectadas por conflictos violentos, o son pandillas criminales o niños-soldados. Estas imágenes muestran a los jóvenes, ya sea como intrínsecamente violentos, como los autores de la violencia, o bien como sujetos vulnerables. Estos desafíos están incrustados en las realidades locales de comunidades y naciones, pero se manifiestan a través de las vidas de los jóvenes. Es imprescindible analizar las causas fundamentales de las amenazas a la seguridad y también las cuestiones estructurales, en lugar de caracterizar a los jóvenes como una fuente de inseguridad que debe ser mitigada.

Por lo tanto, será de vital importancia mirar el lado positivo de la experiencia de los jóvenes, sobre todo su poder y su potencial como agentes de cambio. Sólo cuando esto se reconoce es que somos capaces de cultivar e invertir en esos potenciales. Tener un mayor enfoque en el desarrollo de la juventud es el camino a seguir en África, mediante el cultivo de la capacidad de innovación, la creatividad, el liderazgo y el bienestar económico. Los jóvenes se convertirán entonces en los motores de la seguridad, la paz y el desarrollo de África.

 

Dereje Wordofa

Traducción: Oscar Huenchunao

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