La Tortura del Reclutamiento al Servicio Militar Obligatorio en Colombia

es

Un taco en la garganta, la mirada perdida y la mente en blanco

El 9 de diciembre de 2008 en la plaza de Toros la Macarena, se dio cita al tradicional acto de conscripción de los jóvenes recién bachilleres de toda el área metropolitana de Medellín al servicio militar; más de 10.000 jóvenes desde la madrugada están esperando definir su situación en medio de caras largas, tristes y preocupadas por el futuro de sus vidas después de este día.

La mayoría de ellos no se quieren ir, no saben porque están ahí, se dejan estrujar, mover, estrangular, aporrear y pegar por otros jóvenes y soldados, todo por defender un sitio en la fila, una fila que los ha mandado a hacer la institución educativa de donde se han graduado; o sea que, después de 11 años de educación e instrucción, 18 meses para olvidar y aprender la ley de la fuerza y la sin razón.

Muy pocos de ellos se animan a devolverse a sus casas, pese a estos maltratos y a no saber a qué horas retornarán a sus hogares, pues en el fondo a los Jóvenes los mueve una tensión que han creado las fuerzas militares con los maltratos, las requisas, las redadas, las desapariciones, los falsos positivos, los civiles vestidos de militares y las batidas constantes en los barrios y los municipios. Un joven que estuvo en la fila nos escribe, narrando la tortura del reclutamiento:

Por medio de la presente simplemente quería saludarlos y darles las mas sinceras felicitaciones por este movimiento que llevan acabo, no tenía la menor idea que existían, hasta el 9 de diciembre cuando se hicieron presentes en la plaza de toros la macarena, desafortunadamente solo estuvieron en las afueras, porque hubiera sido genial que presenciaran las atrocidades que los integrantes del ejército nacional cometían contra los que allá estábamos, a mi y a algunos amigos nos permitieron salir a las 3:30 de la madrugada y como nosotros vivimos en Rionegro no
tuvimos mas opción que irnos a amanecer a la Terminal de Transportes donde nos trataron como unos indigentes, aunque en ese momento así nos sentíamos luego de estar mas de 22 horas sin poder comer algo porque el ejército nacional tenía unos precios demasiado elevados en los alimentos que vendían dentro de la plaza de toros, todo este tiempo allá y lo único que hicieron fue agredirnos física y verbalmente, porque ni siquiera nos resolvieron la situación militar.
Muchas gracias a ustedes por ayudar a que mas gente despierte de esta mentira en la que los tiene el gobierno.

La fuerza pública inducen miedos como táctica, por sus actuaciones llenas de terror, acompañadas de desinformación que se validan en una sociedad de control que cada vez vive más militarizada, es decir, un control expresado en las ordenes, las armas y su obediencia, anulando cualquier alternativa u otro tipo de razón, fomentando el pie de fuerza y la oferta laboral en las instituciones que procuran la seguridad y la defensa, sin importar la estrategia y el medio que usan para llegar a su objetivo, como lo muestran constante mente los medios de desinformación masivos. Pero en el fondo esta el interés de los poderosos que necesitan Seguridad y Defensa para las transnacionales y las empresas de los ricos colombianos, no para los familiares y el pueblo.

A éstos muchachos, “pelados” o simples menores de 18 años, antes de entrar, los acompañan sus madres y padres, hermanas, novias y amigas, tan preocupadas y decididas a lidiar con los hombres del ejército, con tal de volver con sus familiares a casa sanos y salvos, pues tienen la valentía y las ganas de encontrar otras formas de salir de ese azar, de esa incertidumbre, de ese limbo sin salida, que tiene a sus muchachos con un taco en la garganta, con la mirada perdida y la mente en blanco, pues rápidamente los jóvenes no dudan, sólo reciben ordenes, renunciando a sus sueños y aspiraciones por la crueldad del reclutamiento.

Hacemos alusión a esta situación, con la intensión de mencionar una vez más la grave problemática de los jóvenes colombianos, al momento de verse sometidos a un Estado que los obliga a enfilarse en la guerra con camuflado y fusil, vulnerando y desconociendo de manera flagrante, el derecho de todas las personas a negarse a realizar algo que considera que atenta contra sus convicciones y creencias, en este caso especifico la violación del derecho de los jóvenes a objetar en conciencia a la prestación del servicio militar obligatorio.

Countries
Theme

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.