Declaración de 64 organizaciones: Detener la catástrofe climática, ¡mantengánlos bajo tierra!

64 organizaciones de Chipre, Grecia y Turquía publicaron una declaración en la que piden el fin de las exploraciones de combustibles fósiles en el Mediterráneo Oriental, que alimentan la militarización de la región. La declaración pide a los actores que actúen por la justicia climática en lugar de entrar en conflicto por las reservas de combustibles fósiles. Lean la declaración completa abajo. 

Detener el desastre climático, ¡manténganlos bajo tierra!

El desastre climático es real.

A principios de este año, Australia ardía, ahora California y Siberia arden. La plataforma de hielo de Groenlandia se está derritiendo, el Polo Norte podría quedar pronto sin hielo. El glaciar Thwaites, en la Antártida, se está derritiendo y sólo eso amenaza con un aumento de 65 cm del nivel del mar en todo el mundo.

El Fondo Mundial para la Naturaleza informa de un descenso del 70% en las poblaciones de animales en los últimos 40 años. Sudán está inundado.

En todo el mundo, el cambio climático ya está amenazando la producción de alimentos, y el aumento de las temperaturas y el clima extremo amenazan la vida humana. Para mantener el calentamiento global en unos todavía peligrosos 1,5 °C necesitamos reducir las emisiones globales de dióxido de carbono a la mitad para 2030 y a cero para 2050.

Incluso para mantener el calentamiento global en 2 °C, deberíamos planear utilizar como máximo el 16% de las reservas conocidas de combustibles fósiles, por lo que el desarrollo de nuevas reservas debe detenerse inmediatamente.

Los pueblos de los Estados del Mediterráneo y del Mar Negro tienen un interés común. No necesitamos luchar entre nosotros por estas reservas de petróleo y gas. Tenemos que trabajar juntos para elaborar una política energética sostenible para la región y evitar que nuestros gobernantes se peleen entre sí por unos recursos que, en cualquier caso, deberían dejarse bajo tierra.

Es una pura hipocresía que nuestros gobiernos participen en "cumbres climáticas" bajo el paraguas de las Naciones Unidas y prometan la reducción de las emisiones, y luego compitan entre sí para extraer aún más combustibles fósiles de debajo de la corteza terrestre. El gobierno turco ha proclamado un "milagro" porque se ha descubierto gas natural bajo el sector turco del Mar Negro. En el Mediterráneo, todos los Estados costeros, y algunas grandes potencias, hacen ruido de sables por las reservas de combustibles fósiles bajo el mar. Estas peligrosas rivalidades amenazan la seguridad de todos los pueblos de nuestros países. Las políticas energéticas determinadas por el beneficio, y no por las necesidades humanas, han dado lugar a una energía costosa para los pueblos y a una catástrofe climática en ciernes. Los contratos de "consumir o pagar" hacen que ni siquiera se consuma todo el combustible fósil que se paga.

No hay una necesidad racional de más descubrimientos. Necesitamos sacar la energía de las manos de los especuladores y ponerla bajo el control democrático de los pueblos de la región. Necesitamos un control democrático local de la producción y el consumo de energía. Necesitamos detener la destrucción de nuestro medio ambiente local y regional para proyectos energéticos. Necesitamos garantizar la justicia energética, con una distribución en función de las necesidades sociales, no del lucro. Tenemos que acabar con la especulación privada en el sector de la energía, devolviendo la producción y distribución de energía a la propiedad pública controlada democráticamente.

Decimos no a la exploración de nuevos combustibles fósiles y al desarrollo de reservas. Decimos NO al conflicto entre nuestros países. Decimos SÍ a la justicia climática y a la paz.
 

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