El Yasuní en el Ecuador. Una propuesta de resistencia desde la no violencia

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Xavier León Vega

En el Ecuador en la actualidad los movimientos antimilitaristas y ecologistas han trabajado conjuntamente en una propuesta que permita pensar una sociedad post extractivista. Debido a que el país ha dependido desde la década de los 70 fuertemente de la extracción del petróleo para financiar su presupuesto y lograr el anhelado desarrollo desde la visión occidental del término.

Esto ha provocado que por ejemplo el Ecuador dependa del petróleo en aproximadamente en un 35% (El Telégrafo, 2012). Este modelo de desarrollo basado en el extractivismo no ha tomado en cuenta el costo ambiental y social en los territorios del país, provocando desplazamiento y contaminación de comunidades campesinas e indígenas en las zonas donde se implementa la explotación petrolera.

Frente a esto un grupo de organizaciones sociales y jóvenes, decidió impulsar la no extracción del petróleo en el Parque Nacional Yasuní, ya que en esta zona se pretende implementar un proyecto de extracción de petróleo, que afectaría a una de las áreas con mayor biodiversidad del planeta, donde incluso habitan pueblos en aislamiento voluntario como los Tagaeri y los Taromenani.

La creciente militarización de la zona del Yasuní por parte del gobierno del Ecuador, ha provocado que el acceso a la zona donde se pretende explotar petróleo sea restringida. Nuevamente el papel de las fuerzas armadas es “proteger” al Estado y sus recursos naturales, provocando con ello que la libre circulación de las personas sea imposible, impidiendo la verificación de lo que podría estar sucediendo en el sector.

La empresa petrolera que estaría a cargo de la explotación y que ya ha iniciado estudios previos, sería Petroamazonas, una empresa estatal ecuatoriana, pero que trabajaría en asociación con empresas chinas interesadas en el petróleo del Yasuní, ya que China está actualmente ávido de recursos naturales como el petróleo.

Todo este panorama incentivo a la creación del movimiento Yasunidos, que trabaja por la no explotación del petróleo en el Yasuní, y la construcción de una sociedad post petrolera.

Una de nuestras principales actividades durante los meses pasados, fue la propuesta de organizar una consulta popular por iniciativa ciudadana, para que la gente pueda opinar si está de acuerdo o no en explotar el petróleo de la zona.

El camino en este proceso fue bastante difícil, ya que se nos pidió recolectar unas 560000 firmas aproximadamente que representaban el 5% del padrón electoral del país. Esta tarea la asumimos organizando a todas las personas que estaban interesadas en la defensa del parque nacional a nivel nacional, luego de muchos meses de esfuerzo y participación ciudadana, logramos recolectar aproximadamente 750000 firmas, lo cual nos motivó mucho a creer en los procesos de participación y que finalmente la gente podría opinar.

Sin embargo la institución del Estado encargada de verificar las firmas y organizar la consulta inválido muchas de nuestras firmas por cuestiones de forma, con argumentos como que el tamaño del papel era más pequeño, que las firmas estaban salidas de los cuadros donde se tenía que firmar, que los nombres no estaban completos, etc. Es decir se impidió que la gente opine sobre una cuestión que en Ecuador es de suma importancia y preocupación como es la posible explotación del parque nacional Yasuní.

Todo este proceso incluyo el constante bloqueo e intimidación de todos/as los que conformamos el colectivo Yasunidos, las intimidaciones iban desde seguimientos por parte de la inteligencia del Estado, boicot a través de la circulación de formularios de recolección de firmas falsos, e impedir las acciones públicas que promovemos por el Yasuní.

Esto nos hace pensar que las nuevas formas de militarización en la región latinoamericana, van enmarcadas en asegurar la extracción de recursos naturales utilizando el aparataje militarista para desplazar, intimidar y no permitir el ingreso de ciudadanos preocupados por lo ambiental en nuestros países. Esto se expresa en el caso del Yasuní por ejemplo, en que muchas de las protestas de los ciudadanos han sido reprimidas, las zonas cercanas al parque nacional están cercadas por militares, los militares dominan y controlan el territorio alrededor del Yasuní, incremento del presupuesto militar del Ecuador con el pretexto de proteger los recursos naturales y la seguridad interna, entre otros factores. Al parecer el enemigo hemos pasado a ser directamente los ciudadanos de nuestros países, que según la visión del Estado, nos oponemos al desarrollo.

Un ejemplo de esta represión se dio el 15 de agosto del 2013, cuando miles de jóvenes preocupados por el Yasuní, realizaron una marcha pacífica en Quito, ellos fueron violentamente reprimidos con una fuerza policial desproporcionada, en la cual se llegaron a usar incluso balas de goma, provocando serios enfrentamientos, lo cual puso de manifiesto el poco interés del Estado por garantizar el derecho a la protesta, y abrir el dialogo sobre el Yasuní.

En Yasunidos hemos aprendido a trabajar en conjunto con una serie de colectivos, que representan la diversidad que promovemos, tales como grupos de mujeres, antimilitaristas, ecologistas, animalistas, organizaciones barriales, de estudiantes, entre otros.

Creemos que en el contexto actual es cada vez más necesario el trabajo coordinado entre varios colectivos, para denunciar y resistir a la militarización y destrucción del medio ambiente que sucede a nivel global.

En la actualidad seguimos trabajando, promoviendo y creando acciones desde la no violencia, tales como plantones, vivitas de verificación a la zona, campañas internacionales de apoyo, marchas por el yasuní, información en establecimientos educativos, entre otras, que nos permitan evidenciar y denunciar los efectos que tendría la explotación petrolera en zonas como el Yasuní, esto nos ha valido un amplio apoyo social en el país, que se ha complementado con una creciente preocupación por lo que está pasando en temas ambientales y sociales especialmente donde el extractivismo se asienta.

Los activistas que formamos Yasunidos, creemos que la no violencia y la resistencia desde la desobediencia civil debe ser promovida, y adaptarse a estas nuevas realidades, donde la escases de recursos naturales provocan creciente militarización de los Estados.

Si se deseas mayor información sobre yasunidos y nuestra propuesta puedes visitar:

www.yasunidos.org

Fuentes:

El Telegrafo (2012). “Presupuesto estatal deja de depender del petróleo”. En: http://www.telegrafo.com.ec/noticias/informacion-general/item/presupuesto-estatal-deja-de-depender-del-petroleo.html

 

Yasunidos: www.yasunidos.org

 Amazonía por la Vida: www.amazoníaporlavida.org

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