Conflicto

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Jørgen Johansen

Desde un punto de vista teórico, un conflicto puede definirse como “dos o más partes con objetivos aparentemente incompatibles”. Esto quiere decir que cosas como el territorio, los recursos o la energía son perseguidas por múltiples agentes que aparentemente no las pueden obtener todos al mismo tiempo. La palabra “aparentemente” es importante en este contexto, porque en muchos casos el uso de una mediación inteligente, el tratamiento creativo de un conflicto o la superación de lo que parece ser incompatible, pueden ayudar a resolver un conflicto. El “contenido” o “contradicción” de un conflicto está frecuentemente “contaminado” con actitudes rígidas, injusticias previas, conductas violentas en el pasado y otros elementos perturbadores. Estos elementos pueden dificultar que las partes implicadas adopten opciones racionales y se comporten sabiamente. Un personal de mediación bien capacitado puede usar la noviolencia constructiva para ayudar a superar algunos de estos obstáculos.

Cuando dos o más partes están en conflicto, pueden actuar de muchas formas, pero la negociación y la mediación parecen ser dos maneras normales de reaccionar. En algunos casos, pueden elegir usar medios violentos, y —en los casos más extremos—empezar a matarse mutuamente. La mayoría de los textos académicos sobre ciencias políticas o investigación para la paz definen la guerra como un conflicto, ¡pero están equivocados! La guerra es un medio usado por algunos participantes en algunos conflictos, y el conflicto es un concepto mucho más amplio y complejo que la guerra. Las personas autoras de esos textos académicos demuestran carecer de la comprensión adecuada de la naturaleza de los conflictos, y esto tiene graves consecuencias no sólo para su confundido alumnando.

Si no sabemos separar los medios del conflicto en sí mismo, ni entenderemos ni actuaremos sabiamente cuando abordemos un conflicto. Una consecuencia obvia de no separar los medios violentos del conflicto en que son usados, es que mucha gente tiene una visión negativa del conflicto per se.

Por qué el conflicto puede ser “bueno”

Me gustaría hacer las siguientes dos declaraciones sobre la naturaleza de los conflictos:

  • Los conflictos son una parte necesaria e integral del desarrollo humano.

  • Todos los conflictos “nacen iguales” y tiene el mismo derecho a ser reconocido.

Cuando los individuos maduran y se convierten en adultos, la mayoría pasa una fase de conflictos con sus padres, lo cual es una parte importante del desarrollo de las personas. Análogamente, el proceso por el que una sociedad evoluciona desde estilos de vida agrícolas a un sistema basado en la producción industrial está lleno de conflictos. La evolución de nuevas ideologías o religiones se produce en conflicto con las viejas ideas. Así es como hemos pasado de niños y niñas a personas adultas, de la caza y la recolección a la agricultura, de sistemas autoritarios a otros más democráticos. Estos cambios suponen necesariamente conflictos, que se vuelven dañinos o destructivos cuando uno o más de los actores implicados utiliza la violencia para imponer su voluntad. Sin embargo, existen millones de conflictos resueltos sin medios violentos que nos han ayudado a construir sociedades y civilizaciones complejas.

La inmensa mayoría de los conflictos se resuelven sin el uso de la violencia. El problema es que estos ejemplos pacíficos a menudo no son reconocidos como tales. Los medios de comunicación no los cubren, nuestros libros de historia no los recogen y las instituciones académicas no los investigan: frecuentemente existe un fuerte sesgo hacia los conflictos violentos o destructivos. Cuando una pareja discute, solamente se convierte en noticia si una de las partes usa suficiente fuerza física como para que sea un asunto de la incumbencia de la policía, los tribunales y la asistencia sanitaria. Si la pareja puede resolver sus diferencias pidiéndole a un vecino que medie, o mediante una conversación civilizada con una taza de té, el conflicto nunca aparecerá en ningún registro. Sucede algo análogo con los conflictos grupales y los conflictos entre estados. Solamente los más violentos son estudiados, investigados, y por tanto, reconocidos. Los ejemplos pacíficos de los que podemos extraer enseñanzas, son olvidados, desapareciendo de nuestra memoria colectiva.

Como poca gente distingue entre conflictos y uso de la violencia, la actitud más habitual es que los conflictos son malos. No hemos estudiado lo suficiente los muchos ejemplos pacíficos de cómo abordar los conflictos. Una de las problemáticas consecuencia de este enfoque extremadamente sesgado sobre los métodos violentos es que las técnicas y estrategias noviolentas permanecen ocultas y desconocidas.

Conflicto y cambio social

Para considerar a los conflictos como recursos para el desarrollo y construcción de buenas sociedades, necesitamos una clase diferente de estudios y teorías de las que existen ahora mismo. El uso de medios y herramientas pacíficos y noviolentos significa normalmente lo contrario de la prevención y reducción de la intensidad de los conflictos. Los grupos noviolentos “se lanzan en medio del conflicto” y actúan desde allí. Si el conflicto no es muy intenso, intentarán dramatizarlo e intensificarlo. Si apenas es conocido, estimularán su intensidad obligando a otros actores a tomar parte. Casi todos los ejemplos de acciones noviolentas son casos de intensificación de conflictos.

Intensificación de conflictos

Cuando aún eran pocas las personas implicadas en la lucha contra la esclavitud, la primera tarea para el movimiento abolicionista era situar el tema en la agenda política. Cuando al patriarcado no le preocupa el derecho al sufragio universal, era tarea del movimiento de liberación de las mujeres hacer que este conflicto fuera visible. Cuando poca gente se preocupaba por la brutal masacre de ballenas, los grupos activistas dramatizaron el asesinato en alta mar obstaculizando el trabajo de los barcos balleneros. Las campañas contra el comercio de armas hacen todo lo que pueden para concienciar sobre las víctimas de las guerras. Casi todas las campañas noviolentas son ejemplos de intensificación de conflictos por medios pacíficos. Estos movimientos pueden hoy celebrar sus victorias porque utilizaron el conflicto como recurso para enfrentarse a la injusticia, y haciéndolo ayudaron a crear una sociedad mejor.

Las técnicas noviolentas buscan intensificar los conflictos pacíficamente y hacer que más gente sea consciente de los conflictos ocultos en nuestras sociedades. Casi cada libertad democrática o derecho humano es el resultado de movimientos populares intensificando conflictos con el objetivo de cambiar los sistemas viejos e injustos. La transformación hacia sociedades más justas e igualitarias todavía tiene un largo camino por delante, y deberíamos hacer lo posible por visibilizar cada conflicto que todavía siga escondido.

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