A pesar de que 119 naciones se han unido a la Convención sobre Municiones de Racimo del año 2008 para erradicar las bombas de racimo del mundo, en los últimos cuatro años, 166 instituciones financieras invirtieron 31 mil millones de dólares estadounidenses en empresas que fabrican estas armas, lo que representa un aumento de los 28 mil millones invertidos en el año 2016.

Según un nuevo informe que analiza las inversiones mundiales en municiones de racimo –“Inversiones Mundiales en Municiones de Racimo: una responsabilidad compartida”, publicado en mayo de 2017 por PAX- las enormes sumas se invirtieron en sólo seis empresas que continúan fabricando municiones de racimo. Dos de estas empresas se encuentran en China (China Aerospace Science and Industry y Norinco), dos en Corea del Sur (Hanwha y Poongsan) y dos en los Estados Unidos (Orbital ATK y Textron).

“Las bombas de racimo están prohibidas por una clara razón, porque ocasionan daños desproporcionados a los civiles, como en el caso del uso continuo de municiones de racimo por parte de las fuerzas sirias y rusas en Siria y por la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen. Es por esta razón que ningún banco ni institución financiera debería invertir ni un solo céntimo en las empresas que fabrican estas armas ilegales y nocivas, y ninguna empresa o país debería fabricar municiones de racimo”, dijo Firoz Alizada, Gerente de Campañas y Comunicaciones de la Coalición de Municiones en Racimo.

Cuarenta y dos instituciones financieras de 11 países han promulgado políticas para acabar con todas las inversiones en fabricantes de municiones de racimo. Además, 46 instituciones financieras en 14 países han tomado medidas para prohibir las inversiones en las empresas que fabrican estas armas, sin embargo, éstas deben encargarse de las lagunas legales de sus políticas para poner fin a todas las inversiones.

Las 166 instituciones financieras que aún invierten en municiones en racimo se encuentran en catorce países. La gran mayoría de las instituciones financieras (151) proceden de países que no se han unido a la Convención sobre Municiones de Racimo. De éstas, 85 son de los Estados Unidos, 30 de China y 27 de Corea del Sur. Sin embargo, 15 instituciones financieras que han invertido en fabricantes de municiones de racimo provienen de países que se han unido a la convención: Canadá, Francia, Alemania, Japón, España, Suiza y el Reino Unido. El número de inversores en estos países ha disminuido de 20 en el año 2016 a 15 en el año 2017. Para cumplir con las obligaciones emanadas del convenio, los Estados que sean partes de este deben tomar medidas para prohibir las inversiones por parte de todas las instituciones financieras.

Para fortalecer la norma contra las municiones de racimo, diez países han promulgado leyes nacionales que prohíben las inversiones en estas armas. Asimismo, 28 países han expresado la opinión de que las inversiones en la fabricación de municiones de racimo están prohibidas.

Inversiones en explosivos del año 2017 / El Salón de la Vergüenza:

Los 10 mayores inversores en municiones de racimo identificados en el informe son:

• T. Rowe Price (1800 millones),

• Vanguard (1700 millones)

• JPMorgan Chase (1300 millones)

• Black Rock (1250 millones)

• Bank of America (1100 millones)

• Textron Pension Fund (mil millones)

• Mitsubishi UFJ Financial (914 millones),

• China Construction Bank (903 millones)

• Wells Fargo (871 millones)

• Capital Group (848 millones).