El escueto y tajante Concepto Estratégico de la OTAN

En la cumbre de Strasbourg-Kehl celebrada en 2009, los miembros de la OTAN acordaron crear un Nuevo Concepto Estratégico para la alianza. El Concepto Estratégico (CE) es el documento que dicta la política de la OTAN para la próxima década. En la cumbre de la OTAN en Lisboa del próximo mes de noviembre, los países miembros esperan aprobar un documento que sea “escueto y tajante”. El contenido, en gran medida, será el mismo que el del CE de 1999 pero será, en general, más corto. Los entendidos esperan un documento de unas 12 páginas como máximo. A diferencia de otros Conceptos Estratégicos, éste pretende “vender” la visión de la OTAN a las poblaciones de los estados miembros, a la vez que enviar el mensaje adecuado a los países que no son miembros de la organización: La OTAN sigue siendo una alianza relevante, fuerte, unificada, ágil, multifuncional y del siglo XXI,… pero también es un vecino amistoso y útil.

Según representantes de la OTAN de diversos países, gran parte del texto será aprobado por los 28 miembros sin demasiados problemas. La Reforma de la OTAN, la Política de Puertas Abiertas, Asociaciones, Enfoque Exhaustivo, reafirmación del Artículo V, Ciber defensa, estos temas causan muy poco, o ningún, debate. Al mismo tiempo, el objetivo de hacer del documento una muestra pública de unidad de la alianza, significa que los debates que se están manteniendo en la sede la OTAN en la actualidad tendrán que ser resueltos antes de Lisboa, o ser marginados en el proceso de redacción. Aquí se presenta una lista de los temas que son motivo de polémica.

Dinero

La principal limitación a la que se enfrenta la OTAN en su planificación y estrategias actuales es el dinero, o más bien la falta del mismo. La crisis ya lideró en un recorte del presupuesto de defensa en muchos de los estados miembros, y los efectos de dichos recortes se sentirán también en Bruselas. Además la prolongada ocupación de Afganistán está empezando a acabar con el entusiasmo en algunas capitales para los nuevos planes que supondrían más gastos. Como resultado, se pretende establecer primero la política y después calcular los presupuestos, lo cual ha llevado a una realidad en la cual las restricciones presupuestarias determinan cada vez más las políticas.

Desequilibrio

Con este panorama, surgen varios debates sobre el establecimiento de prioridades para la alianza. Antes de nada, muchos países indican que quieren que la OTAN se replantee el equilibrio entre las misiones de “fuera del área” y la misión colectiva de defensa más clásica. Las opiniones sobre este tema son muy variadas. Algunos argumentan que en realidad no existe diferencia entre ambas – cuando se trata de las estrategias y planificación militar. El caso de Afganistán, dicen, es una misión de fuera del área que comenzó siendo una misión colectiva de defensa. Otros argumentan que en el fondo, el debate no se trata de “menos fuera del área” sino más de la visibilidad de una defensa colectiva, para tranquilizar a los aliados de Europa Central y del Este. Sin embargo, otros se atreven a decir que lo que hace falta es un reajuste del equilibrio a favor de la defensa colectiva, y reducir los objetivos de de la OTAN fuera del área. A algunos países, su participación en la misión de Afganistán les ha empezado a afectar la planificación y aprovisionamiento militar. Las municiones que se utilizan tienen que ser repuestas. El material perdido, dañado o utilizado tiene que ser repuesto. Pero países que no han participado en la ocupación de Afganistán piden que la OTAN se centre más en su misión principal original: La defensa común del territorio del Tratado. Ya no parece que haya demasiado debate sobre la necesidad de enfatizar la defensa colectiva como la principal responsabilidad de la OTAN. La pregunta abierta es hasta qué extremo resultará esto en la reducción de las capacidades de fuera del área y las intenciones de la OTAN, y cómo debería enmarcarse todo esto en el CE.

Ruso bueno, ruso malo

Otro tema candente es la relación entre la OTAN y Rusia. Este informe es demasiado corto para reflejar todas las opiniones que existen dentro de la OTAN y todos sus aspectos. Pero mientras que los aliados se apresuran a proclamar que la OTAN “ni supone una amenaza para Rusia, ni considera a Rusia una amenaza para la Alianza” [1], las interpretaciones de esta frase pre-acordada varían de país en país. Algunos países sugieren abiertamente una vía por la cual Rusia, finalmente, sería miembro. En el otro extremo se encuentran aquellos que ven en Rusia la mayor amenaza en potencia para la seguridad de la OTAN. El resultado más probable de esta disparidad de opiniones es situarse en el centro, como se propuso en el Informe del Grupo de Expertos de mayo de 2010, que sugería un “centrarse […] en oportunidades para una colaboración pragmática en busca de dichos intereses comunes” [2]. Escueto, sin duda, pero no tan tajante.

Pegamento antiguo

Otro debate que seguramente no habrá terminado antes de noviembre es el que trata los nuevos diseños para la extensa disuasión de la OTAN. Todos están de acuerdo en que “Mientras sigan existiendo armas nucleares, la OTAN debería mantener fuerzas nucleares seguras y de confianza” [3]. El debate está en cuáles deberían ser esas fuerzas nucleares seguras y de confianza. Más específicamente, el debate es sobre la política de reparto nuclear y sobre la continua presencia de armas nucleares sub-estratégicas de EEUU en territorio europeo. La mayoría de los expertos y planificadores militares, ya están de acuerdo en que todo este tipo de armas nucleares es redundante, si no inútil, militarmente hablando. De los cinco países que hospedan las aproximadamente 200 bombas nucleares B61 estadounidenses, tres han indicado que preferirían retirarlas paulatinamente. Esto aún no ha ocurrido porque el reparto nuclear ha sido considerado durante mucho tiempo “el pegamento que mantenía la alianza unida”. A través del reparto nuclear, los estados miembros europeos mostraban su deseo de compartir la responsabilidad moral y el peso económico de mantener una postura de disuasión de la Guerra Fría. Al mismo tiempo, el reparto nuclear era considerado en su momento como una confirmación por parte de los EEUU hacia Europa de la indivisibilidad de la alianza. Y parece ser que la OTAN no ha encontrado aún otro sistema de reparto de cargas que confirmaría suficientemente y de un modo similar a los estados miembros, un nuevo pegamento por decirlo de algún modo, y que a la vez cumpliría un propósito militar relevante.

Para cambiar la política nuclear de la OTAN se necesita una decisión consensuada. Llamamientos por parte de Bélgica, los Países Bajos, Alemania, Noruega y Eslovenia para replantearse la política nuclear de la OTAN, se han encontrado con la renuencia báltica. Además, al tratarse el tema como un tema (político), en lugar de un tema con una postura (militar), Francia está incluida en la toma de decisión de consenso. Y Francia es conocida por ser difícil de convencer de cualquier cambio a la actual política nuclear. Para Alemania, y en menor grado para Bélgica y los Países Bajos, ningún cambio en el statu-quo será difícil de explicar a su gente. Existen especulaciones sobre la posibilidad de que se esté creando un acuerdo mutuo que satisfaga a ambas partes. Una posibilidad es que las bombas B61 se trasladasen a un lugar céntrico (probablemente en Aviano, Italia). De este modo, la OTAN seguiría unida por el mismo pegamento antiguo, mientras que los problemas internos de relaciones públicas de los países de la Europa Occidental serían resueltos.

Defensa antimisiles

Hace un par de meses, la sede de la OTAN lanzó un plan para el ALTBMD [4] (Active Layered Theatre Ballistic Missile Defence). Parece que la primera palabra “activo” la han incluido para convencernos de que esta vez, ¡si que va a funcionar! Parecía, durante algún tiempo, que conseguir un consenso para este plan sería fácil. Pero hablando con las delegaciones nacionales en la OTAN, parece ser que unas cuantas se muestran reacias a aceptar el sistema al pie de la letra. Prevalecen las dudas sobre la viabilidad técnica del sistema propuesto, y algunas -particularmente Francia- son reacias a verse involucradas en un “programa con unos fondos sin fin”. Y luego está el tema de la involucración de Rusia en estos planes. Para no enemistarse con Rusia, el plan invitaba a Rusia a unirse a los esfuerzos para crear un sistema de Defensa Antimisiles conjunto entre la OTAN y Rusia. Pero el nivel de participación ruso es un tema de preocupación para muchos estados miembros. Así que por el momento, el futuro de una Defensa Antimisiles, sigue sin decidirse.

En reservado

En el pasado, los Conceptos Estratégicos de la OTAN se presentaban como la piedra angular que establecían los parámetros para las decisiones políticas para los años venideros. En contraste, el nuevo CE va a ser un documento con un alcance más limitado, con el objetivo de presentar al público una alianza de confianza y que guste. El deseo de enfatizar la unidad de la alianza lleva a la OTAN a excluir aquellos temas en los cuales continúa el debate. Dicha estrategia haría el documento aún más corto, pero también menos durable. Si al final resulta que sólo la superficie es “tajante” puede que no sea demasiado frágil para esconder las subyacentes crecientes tensiones.

Wilbert van der Zeijden

Notas

[1] NATO 2020 – Assured Security, Dynamic Engagement, Group of Experts, 17 mayo 2010, p. 10
[2] NATO 2020 – Assured Security, Dynamic Engagement, Group of Experts, 17 mayo 2010, p. 10
[3] NATO 2020 – Assured Security, Dynamic Engagement, Group of Experts, 17 mayo 2010, p. 11
[4] http://www.nato.int/cps/en/natolive/topics_49635.htm

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