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En Canadá, once mujeres indígenas de Guatemala están llevando a juicio a una multinacional minera. Ellas alegan que, en el año 2007, agentes de policía, soldados y personal de seguridad privada atacaron su aldea de Lote Ocho, ubicada al este de Guatemala, quemando docenas de casas en un intento por desalojar a la comunidad de sus tierras ancestrales.

En Canadá, un tribunal de la Columbia Británica inició un juicio contra Nevsun Resources, una importante compañía minera canadiense acusada de basarse en la esclavitud moderna en su Mina Bisha en Eritrea, y proseguirá adelante, rechazando una apelación de la compañía para que, en su lugar, el juicio se instruya en Eritrea.

Desde 2008, la comunidad de Klong Sai Pattana, en Tailandia, ha estado resistiendo la invasión de una gran empresa de aceite de palma: Jiew Kang Jue Pattana Co. La compañía ha ocupado las tierras para cultivar palma aceitera ilegalmente, por lo que la población cree que este hecho se encuentra detrás de la escalada de violencia que ha causado varias muertes, en una campaña de intimidación llevada a cabo para expulsarlos de sus tierras.

Activists - including members of WRI - celebrate being found not guilty after actions against DSEI in 2015

La Junta de WRI se reúne una vez al año para analizar el trabajo futuro de la red. Este año, nuestra reunión será en septiembre en Londres, y estará organizada por nuestros afiliados Peace Pledge Union, Fellowship of Reconciliation (Reino Unido), Campaña contra el Comercio de Armas y Trident Ploughshares, y coincide con las movilizaciones contra la feria de armas de DSEI.

Hanna Sofie Utsi

Excavadoras enormes abren heridas profundas en la tierra y las lágrimas corren por mi rostro. La policía ha desalojado a la población local: samis y activistas.

Mis lágrimas son de rabia, pena y desesperación, pero no de impotencia. Para nada. La lucha por Gállok y los samis está lejos de haber acabado. No ha hecho más que empezar.

Los samis son el único pueblo indígena que queda en Europa. Un pueblo con su propia lengua, cultura e historia, y que cuenta con su propio órgano de gobierno democráticamente elegido. Un pueblo del que se podría decir que aún le va bastante bien en el mundo occidental: podemos ir a la escuela, tenemos el mismo sistema sanitario que el resto de la población, el mismo sistema judicial y los mismos derechos civiles. Pero ¿de verdad que nos va tan bien?

Samantha Hargreaves de WoMin—una alianza africana dedicada a las cuestiones de género y las industrias extractivas— habla con Andrew Dey, miembro de IRG, sobre las relaciones entre el género, las industrias extractivas y el militarismo en África, y sobre las acciones que está llevando a cabo esta alianza para contrarrestar la situación.

– Cuéntenos sobre la labor que realizan. ¿Qué es WoMin? ¿Cuándo se formó y cómo está compuesta esta alianza? ¿Cuáles son los asuntos críticos en los que trabajan?

– WoMin se puso en marcha en octubre del 2013. Trabajamos con aproximadamente 50 organizaciones afiliadas en 14 países de África meridional, oriental y occidental. La mayor parte de nuestros socios se dedican a tratar cuestiones relativas a las tierras, los recursos naturales, las industrias extractivas, la justicia ambiental y climática, y los derechos de las mujeres. En general, nuestro trabajo con las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres ha representado un desafío debido al hincapié que hacen en cuestiones de género más “tradicionales”, como la violencia contra las mujeres, la educación y la salud de las mujeres y las niñas; una cantidad más pequeña trabaja en temas relacionados con el medioambiente, las tierras y otros asuntos de justicia económica.

Mujeres de WoMin y el intercambio de carbón, en África meridional. Fotografía: Heidi Augestad

Nick Buxton

Para cualquier persona relacionada con el militarismo, las noticias de los ataques terroristas de Bruselas supusieron una sensación familiar de terror. Sufrimos al escuchar historias de más vidas inocentes perdidas, y sentimos aprensión al saber que los atentados predeciblemente alimenten nuevos ciclos de violencia y horror en comunidades seleccionadas tanto aquí como en el extranjero. Todo esto crea el mundo binario que tanto los neoconservadores como los terroristas buscan: una era de guerra permanente en la que toda nuestra atención y recursos son absorbidos y se ignoran las verdaderas crisis, las de la pobreza, desigualdad, desempleo, marginación social y crisis climática.

Cuatro dias despues del asesinato de Berta Cáceres, una activista de los derechos humanos y del ambiente de Honduras, activistas en Canada entrado el mayor convención minera del mundo, a protestar los projectos extractivistas en solidaridad de todas las victimas de violencia vinculada al extración de recursos y industrias extractivo. El grupo nombraron los fallecidos a causa de su activismo en contra de tales projectos, antes de ser escoltado fuera del evento por la policía.

Tahoe Resources es una empresa minera canadiense. A mediados del 2010 Tahoe adquirió de Goldcorp la mina El Escobal en el sudeste de Guatemala. El Escobal es una mina que contiene en su gran mayoría plata, pero también oro, plomo y zinc. Algunos analistas sostienen que es una de las minerías de plata más grande del mundo. El Escobal se encuentra a aproximadamente 40km al sudeste de la ciudad de Guatemala y a 3km de San Rafael los Flores.

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