Contra la militarización de la juventud

Description

Use this for stories related to the militarisation of youth

언어
스페인어 (Spanish)

Los contribuyentes

Placheolder image

Volver al indice

Sergeiy Sandler:

Sergeiy es un objetor de conciencia del servicio militar, así como un activista del movimiento feminista antimilitarista israelí New Profile desde hace mucho tiempo. También es miembro del Consejo Internacional de la Internacional de Resistentes a la Guerra.

David Gee:

David ha escrito y colaborado en la escritura de varios informes de investigación sobre los problemas éticos que surgen del reclutamiento militar: ‘¿Una elección informada? La práctica de reclutamiento de las fuerzas armadas en el Reino Unido’ (2008), ‘Los reclutadores del ejército visitan los colegios más pobres de Londres -con más frecuencia’ (2010), ‘Un paso adelante: El caso para acabar con el reclutamiento de menores por parte de las fuerzas armadas británicas’ (2013) y ‘Los reclutas más jóvenes se enfrentan a mayores riesgos en Afganistán’ (próximamente). En 2010 cofundó Forces Watch. En la conferencia de la IRG Contra la militarización de la juventud, fue uno de los entrevistados.

Volver al indice

Basado en un artículo de Cecil Arndt

En cada país la guerra y la militarización conllevan muy diferentes significados y tienen diversos efectos, dependiendo no sólo de la presencia o ausencia de actos directos de guerra sino también de las circunstancias sociales, políticas y económicas del país, así como de su historia y tradiciones. Dado que estos factores definen no sólo los tipos, niveles y efectos de la militarización sino también las formas en que se puede resistir eficazmente, el alcance de este artículo es inevitablemente limitado. Sólo proporciona una perspectiva occidental, europea y sobretodo alemana sobre el uso de la acción directa para oponerse a la militarización de la juventud, aunque explora posibilidades en otros países.

Volver al indice

Kai-Uwe Dosch, Sarah Roßa and Lena Sachs (amalgamated by Michael Schulze von Glasser)

La militarización del sistema de educación alemán

En Alemania, resulta difícil que pase una semana sin cruzarse con “héroes nacionales” vestidos de uniforme. Se los ve sonreír en anuncios, pantallas de televisión, revistas estudiantiles y folletos de tren, promocionando una “carrera con futuro”. Los eslóganes “En cumplimiento del deber, por la libertad” o “Servimos a Alemania” parecen ser los mantras de la nueva militarización: una militarización que desea traer a la población a una “carrera de paz” marcial.

En las escuelas, las fuerzas armadas alemanas dan clases e imponen su influencia sobre la capacitación y el perfeccionamiento de los maestros. Los consejeros del servicio militar reciben invitaciones para asistir a las escuelas a promocionar las carreras de las fuerzas armadas o a instalar en los patios de las escuelas sus tiendas de promoción. Las fuerzas armadas incluso tienen derecho a opinar sobre el contenido del plan de estudios; en las escuelas, colocan a cada vez más oficiales de la juventud: soldados jóvenes, bien educados y entrenados en retórica que desempeñan el papel de la educación política. La cooperación entre las escuelas y las fuerzas armadas, que ha existido desde la fundación de las fuerzas en 1955, alcanzó un nuevo pico máximo en 2008 y continuó en ocho de dieciséis estados federales de Alemania con el establecimiento de “acuerdos de cooperación” entre las fuerzas armadas y el ministro de Educación a cargo. Esa nueva relación se esconde bajo el disfraz de la educación política, pero sirve como método de reclutamiento y legitimación de la política de militarización de la seguridad.

Volver al indice

Ralf Willinger

Desde hace unos años, las organizaciones de derechos humanos vienen usando de forma más incisiva el derecho internacional y el sistema de Naciones Unidas para denunciar las violaciones de derechos humanos y ejercer presión sobre las autoridades. El movimiento por la paz también puede utilizar estos mecanismos en su labor. Un ejemplo extraído del derecho internacional es la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, otro, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. En ambos casos existen procedimientos de información destinados a vigilar el cumplimiento de los correspondientes derechos, en los que se prevé explícitamente la participación de la sociedad civil.

Volver al indice

Kelly Dougherty

Desde que existen los ejércitos y las guerras, siempre ha habido soldados en todo el mundo que se han opuesto a ellas, han desertado y se han negado a entrar en combate por motivos morales y políticos, y siempre han contado con civiles que les han prestado su apoyo. Desde la formación del Batallón de los San Patricios, compuesto por soldados que desertaron del ejército estadounidense para unirse a las fuerzas mexicanas durante la guerra Estados Unidos-México, hasta la marcha de veteranos conocida como "Bonus Army" en los años 1930, en la que miles de veteranos se concentraron en Washington DC para exigir una compensación por sus servicios en la I Guerra Mundial, o el gran movimiento de resistencia de los "GI"1 (reclutas) durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos tiene un amplio y variado legado de militares que se niegan a ser utilizados por su gobierno para fines políticos y económicos. Los reclutas son la mano de obra que hace posible la ocupación militar y, como tales, desempeñan un papel crucial como líderes en la lucha por terminar con la guerra y el militarismo.

Volver al indice

Sahar Vardi

Desde la creación de su Estado, el servicio militar es obligatorio para hombres y mujeres en Israel. El país hace gala, tanto dentro como fuera de sus fronteras, de su relativo igualitarismo sexual en el ejército, en el que las mujeres pueden contribuir a su sociedad de la misma forma que los hombres y demostrar su valía. Esta aparente igualdad sexual de la que se jacta el ejército provoca una determinada perspectiva feminista acerca de la conscripción femenina.

Volver al indice

Andreas Speck

El ejército utiliza el tema de la igualdad en sus campañas de reclutamiento, a menudo dirigidas a los jóvenes. Dado que son más numerosos los jóvenes que se topan con estas campañas de reclutamiento que los que se alistan en las fuerzas armadas, el efecto de esta forma de presentar las cosas es amplio. Escribo esto desde el punto de vista de un hombre gay que, a pesar de no estar muy involucrado en el movimiento queer, me identifico más con los conceptos queer que con la identidad gay. Esto se debe, en parte, a mi propia experiencia con la comunidad gay, en la que el deseo de ser “normal” y “aceptado” es común: esto implica aceptar nuestra sociedad militarista tal y como es. Como antimilitarista, anarquista y feminista, a menudo me siento incómodo con esto.

Sin embargo, a veces tengo la sensación de que el movimiento antimilitarista no acoge muy bien a las personas queer, y a pesar de que no he experimentado una homofobia abierta, creo que existe una suposición –al menos por parte de los hombres– de que uno es hétero. La sexualidad no se considera un aspecto importante en la lucha contra el militarismo, pero yo sí creo que lo es.

Volver al indice

“La imagen de la masculinidad... los hombres modelo que van a la guerra, que compiten.”

– Jorge Vélez, Colombia

“Por ejemplo, el Ministerio de la Mujer fue creado en 2006 y desde entonces uno de los principales objetivos que la Ministra de la Mujer ha propuesto es el de proveer a la milicia con dos millones de mujeres . Ya ha puesto en marcha la primera etapa en la cual prometió 150.000.”

– Rafael Uzcátegui, Venezuela

Volver al indice

De los treinta y dos países encuestados, sólo existe un intento activo de reclutar a gente LGBT en cuatro. Ocho países no permiten en absoluto que la gente LGBT se aliste, aunque de todos ellos, sólo en Kenia la homosexualidad es ilegal. En Turquía los hombres pueden estar exentos del servicio militar si pueden “demostrar” (con fotos o secuencias de video de ellos practicando sexo con hombres) que son homosexuales. Pero en la mayoría de los países, la sexualidad simplemente no forma parte del criterio de reclutamiento.

Volver al indice

Emma Sangster

Cada vez es mayor el acceso que las fuerzas armadas tienen a los jóvenes dentro del sistema educativo del Reino Unido – principalmente en secundaria y niveles superiores, pero también en las universidades e incluso en los colegios de primaria. Además de las presentaciones de las fuerzas armadas y otras visitas a colegios e institutos que se han venido dando durante muchos años, ahora hay una nueva ofensiva para hacer de las “habilidades y valores militares” una parte de la vida escolar.

Contra la militarización de la juventud에 등록