El movimiento de objeción de conciecia de Corea del Sur es aún muy joven. Data del año 2000, cuando organizaciones de derechos humanos por primera vez se propusieron destacar el destino de los Testigos de Jehová, quienes desde el año 1939 habían sido encarcelados por su objeción de conciencia. Desde entonces, más de 10.000 Testigos de Jehová han ido a la cárcel por su objeción al servicio militar, y muchos conscriptos y también presos políticos han estado concientes de ello, pero no así el público en general. Esto cambió el 2000, y en diciembre de 2001 nació un nuevo movimiento de objeción de conciencia, cuando Oh Tae-yang, pacifista y budista, declaró su objeción de conciencia.