Postura de la Liga de Resistentes a la Guerra, Nueva York concerniente a el 11 de Septiembre del 2001

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11 de Septiembre del 2001

En estos mismos momentos, es como si Manhattan estuviera sitiada: todos los puentes, los túneles, el metro están cerrados, y decenas de miles de personas caminan despacio hacia el norte desde Manhattan Sur. Aquí, sentados/as en la oficina de la Liga de Resistentes a la Guerra (War Resisters League, WRL), lo primero que se nos viene a la cabeza son los cientos, los miles, de personas de Nueva York que han perdido la vida en el hundimiento del Centro de Comercio Mundial (World Trade Center, WTC; en español, conocidas como las Torres Gemelas).

Hace un buen día, el cielo está azul, y sin embargo, hay inmensas nubes suspendidas sobre las ruinas donde tantas personas han muerto (incluidas las que intentaban rescatarlas) cuando las torres se desplomaron. Sabemos que nuestras/os amigas/os y colegas de Washington D.C. piensan lo mismo de la gente común que quedó atrapada en los lugares del Pentágono que recibieron el impacto del avión. Y pensamos en las y los pasajeros inocentes que viajaban en los aviones secuestrados hacia su muerte en este día.

Ahora mismo no sabemos de qué fuente procede el ataque. Sí sabemos que Yasser Arafat ha condenado el bombardeo. No deseamos hacer un análisis más amplio hasta que no dispongamos de más información, pero algunas cosas están muy claras. Para la Administración Bush hablar de gastar cientos de miles de millones en Guerras de las Galaxias es claramente la farsa que era desde un principio, cuando el terrorismo puede atacar con tanta facilidad haciendo uso de medios más habituales.

Instamos al Congreso y a George Bush a que en la respuesta o política que dé EE.UU. quede claro que esta nación no volverá a atacar a ninguna población civil, y que no admitirá la política de ninguna nación que esté atacando a la población civil. Lo que implicaría el fin de las sanciones contra Irak, que han causado la muerte a cientos de miles de personas. Implicaría no sólo condenar el terrorismo de los palestinos sino también el de las políticas de Israel: sus asesinatos de líderes palestinos, su implacable represión contra población palestina y su continuada ocupación de Gaza y Cisjordania.

Las políticas del militarismo que ha llevado Estados Unidos se han cobrado la vida de millones de personas, desde la tragedia histórica de la guerra de Indochina, a las sanciones y ataques aéreos contra Irak, pasando por la financiación de los escuadrones de la muerte en Centroamérica y Colombia. Esta nación es el más grande proveedor de "armas convencionales" del mundo; y ésas son las armas que alimentan el terrorismo más crudo de Indonesia a África. La antigua política de apoyo a la resistencia armada en Afganistán resultó en la victoria de los talibán (y en la creación de Osama Bin Laden). Otras naciones también estuvieron implicadas en esta política. En los últimos años, hemos condenado las acciones del gobierno ruso en zonas como Chechenia, la violencia de ambos lados en Oriente Medio, y en los Balcanes. Pero nuestra nación debe asumir la responsabilidad de sus propias acciones.

Hasta ahora nos sentíamos tan seguros/as dentro de nuestras fronteras. Despertar una mañana clara y fresca y encontrarse con que nuestra ciudad más grande se encuentra bajo asedio nos recuerda que en un mundo violento nadie está a salvo.

Busquemos cómo poner fin al militarismo que ha caracterizado a esta nación durante décadas. Busquemos cómo crear un mundo en el que la seguridad se consiga mediante el desarme, la cooperación internacional y la justicia social, y no mediante las represalias y la escalada militar.

Condenamos sin ningún tipo de reserva ataques como los de hoy, que golpean a miles de civiles. Que estas tragedias profundas nos recuerden el impacto que han tenido las políticas de EE.UU. en otras poblaciones civiles de otras tierras.

Somos especialmente conscientes del miedo que deben estar sintiendo en estos momentos muchas personas cuyos mayores son de Oriente Medio y que viven en este país; instamos a que se tenga especial consideración con esta comunidad.

Somos un solo mundo. O viviremos en un estado de miedo y terror o bien viraremos hacia un futuro en el que se buscarán alternativas pacíficas para la resolución de los conflictos y una distribución más justa de los recursos del mundo.

Lloramos por las muchas vidas perdidas y al tiempo llamamos a la reconciliación y no a la venganza.

Traducido por Michelle

[Esto no es una declaración oficial de la WRL. Fue escrito inmediatamente después de los trágicos acontecimientos. Lo firma y lo publica el personal y el Comité Ejecutivo de la Liga de Resistentes a la Guerra (WRL), desde la sede nacional. 11 de septiembre, 2001. Se puede llamar a: WRL: +1-212 / 228.0450 y también a David McReynolds: +1-212 / 674.7268.

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