Donald Trump levanta las restricciones sobre el uso de minas terrestres por parte del ejército estadounidense

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Donald Trump ha levantado las restricciones sobre el uso de minas antipersona por parte del ejército de EE. UU.

La moratoria fue firmada por Barack Obama en 2014 acercando así a los EE. UU. a la Convención Internacional de Ottawa que ilegalizaba el uso de minas antipersona. Obama no firmó el tratado de la Convención de Ottawa para permitir que los EE. UU. continuasen utilizando minas terrestres en la península de Corea, pero la nueva política de Trump permitirá que el ejército de los EE. UU. utilice minas terrestres en conflictos futuros. Esta nueva política solo permitirá el uso de minas terrestres que se autodestruyan o autodesactiven tras 30 días.

Antes de anunciarse esta decisión, un documento filtrado del Departamento de Estado de los Estados Unidos insinuaba que Donald Trump pretendía poner fin a una moratoria sobre la fabricación y el uso de minas antipersona. Fue la página web Vox la que obtuvo estos documentos.

Estados Unidos continúa almacenando minas terrestres a pesar de no haberlas utilizado en conflictos desde 1991, y según el monitor de la prohibición de las municiones en racimo, el país no ha presupuestado fondos para producir minas terrestres para ser utilizadas por su ejército desde 2007, aunque sí han sido fabricadas para su exportación. Sin embargo, el New York Times informó en 2018 que el ejército de los EE. UU. estaba investigando nuevas minas terrestres antivehículo que están diseñadas para ser manejadas manualmente.

Uno de los principales productores de minas terrestres en Estados Unidos es Textron Defence Systems, que ha exportado las minas CBU-105 a varios países, entre ellos la India, Omán, Arabia Saudita, Singapur, Corea del Sur, Taiwán y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, Textron interrumpió su producción en 2016 alegando que “el ambiente político actual dificulta continuar con la producción”.

Adotei Akwei, portavoz de Amnistía Internacional EE. UU., comentó sobre estos posibles cambios diciendo que: “Existe una razón por la cual las minas antipersona son ilegales, y es que no distinguen entre los combatientes y los civiles, y a menudo continúan matando y mutilando años tras el final del conflicto. Esta decisión es consecuente con una administración que se ha mostrado indiferente a las vidas y el sufrimiento humanos retirándose del Tratado de Comercio de Armas mundial y, más recientemente, al disminuir la supervisión de las exportaciones de armas de los Estados Unidos. Esto muestra que la administración de Trump ignora o no se preocupa por las consecuencias de conducir al mundo hacia una mayor exportación irresponsable de armas y armas inhumanas como las minas terrestres”.

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