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Los movimientos sociales de toda Colombia se enfrentan a una fuerte represión y violencia por parte de la policía y el ejército. Las manifestaciones comenzaron el 28 de abril de 2021 como protesta general en respuesta a una impopular reforma tributaria y a la mala gestión de la pandemia de Covid-19. Las y los manifestantes fueron recibidos por la policía antidisturbios - ESMAD, que utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y bolillos. En este artículo destacamos una serie de armas de las que existen pruebas fotográficas de su uso por parte de las fuerzas policiales en abril y mayo de 2021, así como de otros incidentes.

La pandemia es una crisis que supone tanto una amenaza para las comunidades marginadas como una oportunidad para un cambio social radical. Para aprovechar esa oportunidad tenemos que repensar la forma en que trabajamos en los movimientos sociales y elaborar cuidadosamente una estrategia para avanzar mediante amplias alianzas, movilizaciones masivas de acción directa y una comprensión de la "resistencia constructiva".

La lucha que las personas realizan de forma colectiva en Rìo mostrando el otro lado de lo que es la favela y señalar como el estado acaba con nuestra cultura y con nuestra vida. En el 2014, 2015 en la Marè hubo una invasiòn del ejercito.

Tara Tabassi (Liga de Resistentes a la Guerra) y Andrew Dey (Internacional de Resistentes a la Guerra)

Members of Indonesia's

Como activistas antimilitaristas estamos bien posicionados para ver el poder que ejerce la policía en industrias de armamento y agendas militaristas tan amplias. La comprensión de este poder policial en los distintos contextos del mundo es clave para que los activistas que luchan contra la militarización puedan mantener el control sobre el poder policial en nuestras comunidades. Las fuerzas policiales suelen actuar para mantener una distribución del poder statu quo injusta en la sociedad y tienden hacia enfoques hegemónicos donde unos tienen el poder sobre otros, en especial cuando la percepción de amenaza es alta – la policía es una forma de control social y la militarización aumenta su poder. La militarización significa fusiles, tanques armados y drones, pero también es un estado de ánimo. Las mentalidades militarizadas han impregnado muchas fuerzas policiales y han aumentado radicalmente la fuerza de la violencia policial contra nuestras comunidades.

Comparado con países de Medio Oriente, Europa y especialmente Estados Unidos, los países en América Latina no gastan exorbitantes sumas en defensa. Las disputas fronterizas han sido, en su mayoría, solucionadas por la vía diplomática; el potencial para conflictos entre Estados es mínimo. Sin embargo, últimamente esto parece estar cambiando. Un número de países han aumentado sus compras de armamento.

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