Nick Buxton
Para cualquier persona relacionada con el militarismo, las noticias de los ataques terroristas de Bruselas supusieron una sensación familiar de terror. Sufrimos al escuchar historias de más vidas inocentes perdidas, y sentimos aprensión al saber que los atentados predeciblemente alimenten nuevos ciclos de violencia y horror en comunidades seleccionadas tanto aquí como en el extranjero. Todo esto crea el mundo binario que tanto los neoconservadores como los terroristas buscan: una era de guerra permanente en la que toda nuestra atención y recursos son absorbidos y se ignoran las verdaderas crisis, las de la pobreza, desigualdad, desempleo, marginación social y crisis climática.