Objeción de conciencia en Israel: ¿Desarmar la casa del patrón con las armas del patrón?
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Sahar Vardi es una objetora de conciencia israelí que se negó públicamente a hacer el servicio militar y fue encarcelada por este posicionamiento en 2008. Desde entonces, trabaja con grupos antimilitaristas israelíes, como New Profile, y en la actualidad es coordinadora del Programa Israel del American Friends Service Committee, con sede en Jerusalén. Ella pregunta si la objeción de conciencia en Israel es un intento de desmantelar "la casa del patrón" usando las armas del patrón, tácticas que se nutren del propio militarismo.
Al observar el movimiento de objeción de conciencia en Israel, podemos ver que desde 1948 se trata no solo de afirmar el derecho a la objeción de conciencia, sino también, por lo general, de luchas políticas más amplias. Los objetores de conciencia israelíes han declarado su resistencia a luchar contra sus vecinos y amigos palestinos, han declarado su rechazo a proteger y permitir la expansión de los asentamientos en los territorios palestinos ocupados y a la aplicación de la ley marcial a la población civil palestina; otros se negaron a matar y arriesgar sus vidas en nombre de la decisión política de invadir el Líbano; en los últimos años, los objetores de conciencia declararon su resistencia a servir por motivos feministas, para protestar contra el trato que el Estado da a los solicitantes de asilo, y jóvenes de sectores marginados de la sociedad israelí se negaron a servir en el ejército, en protesta por la forma en que el Estado los oprimía a ellos y a sus familias. Todas estas razones que ofrecen los jóvenes para rehusarse cumplir con el servicio militar obligatorio solo se pueden escuchar y reciben atención pública gracias al servicio militar en sí, algo que exploraré más a fondo a continuación. Estos jóvenes consiguen un escenario para su protesta, porque están dispuestos a pagar un precio por lo que creen al negarse a servir en el ejército y, en muchos casos, son encarcelados como resultado de ello. De esta manera, la objeción de conciencia en Israel es a menudo una táctica de la resistencia no tanto al servicio militar sino a cuestiones políticas e ideológicas de mayor alcance para las cuales el acto de rechazo es solo una plataforma.
En cuanto al movimiento para desmilitarizar la sociedad israelí, la objeción de conciencia se vio durante años como una de las principales herramientas para esta lucha, y posiblemente uno de sus focos centrales. Desde su creación en 1998, el mayor movimiento feminista por la desmilitarización de la sociedad israelí - New Profile - ha centrado gran parte de sus recursos en el apoyo de las personas objetoras (tanto las declaradas, y que están por ello encarceladas, como los objetores que prefieren ser eximidos por razones de salud mental, que es la forma más fácil de eludir el servicio militar).
La otra cara de la moneda es que los mismos objetores de conciencia se han estado concentrando cada vez más en la lucha contra el militarismo en sí al justificar su rechazo al servicio militar, como puede verse en la carta de los objetores de 2014 contra la ocupación: "el problema con el ejército no comienza o termina con el daño que causa a la sociedad palestina. Impregna también la vida cotidiana de la sociedad israelí: condiciona el sistema educativo y nuestras oportunidades de trabajo, fomentando el racismo, la violencia y la discriminación basada en la identidad étnica, la nacionalidad y el género"[1]. Sin embargo, este vínculo entre la lucha contra el militarismo y la objeción de conciencia, aunque parezca obvio, es algo que necesita ser reexaminado y que plantea muchos dilemas a nuestro movimiento.
En 2001, decenas de jóvenes israelíes, tanto hombres como mujeres, escribieron una carta pública declarando su rechazo a la ocupación israelí de Palestina como una forma de resistencia. Como resultado, decenas de jóvenes fueron encarcelados, cinco de ellos por casi dos años cada uno. La mayoría de las mujeres en el grupo fueron reconocidas por los militares como objetoras de conciencia y recibieron exenciones en base a ello, por lo que se encontraron en un rol de apoyo de los varones encarcelados. Sobre esto escribió Shani Werner, una de las componentes del grupo: "es exactamente igual de fácil para nosotras hacer caso omiso de la resistencia al reclutamiento de las mujeres como lo es para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) prescindir del servicio militar femenino. Si el servicio de la mujer en el ejército se ve, en todo caso, como un simple trabajo de oficina y sirviendo café, y dado que las FDI permiten a las jóvenes exenciones del servicio militar con bastante facilidad, nuestra resistencia es considerada como una 'resistencia a servir café', que incluso el ejército acepta"[2].
Si bien el movimiento de objeción de conciencia en Israel se ha vuelto más consciente del desequilibrio de género que perpetúa, y pese a que los reglamentos militares han ido cambiando y dificultando la exención de las mujeres, provocando, como resultado, un aumento de objetoras de conciencia, este es un punto importante no solo por la crítica feminista que aquí se presenta. Es significativo también porque muestra el rechazo a servir como un juego que se lleva a cabo con mucha claridad dentro de la estructura militar y según las reglas militares: un intento de desmantelar la casa del patrón desde detrás de las rejas del patrón. Esto lo podemos ver no solo con los objetores presos, sino también en las personas que buscan ser reconocidas como objetores de conciencia por parte del ejército y que se ven obligadas a amoldarse a los criterios de un comité militar para el pacifismo y la objeción de conciencia. ¿Puede esta objeción de conciencia, una táctica que recibe su potencia y definición de los propios militares que imponen el servicio militar, ser realmente antimilitarista?
El movimiento de objeción de conciencia israelí se ha vuelto cada vez más consciente de esta tensión, que comprende dos realidades contradictorias: por una parte, la objeción de conciencia es una herramienta muy potente, que logra llevar los problemas al debate público; por otro lado, la objeción de conciencia es una herramienta en el marco de la estructura militar, y se basa en valores militaristas. El objetor de conciencia israelí Udi Segal, que fue encarcelado en 2014, se refería así a esta cuestión: "decidí ir a prisión porque, por desgracia, el discurso público israelí escucha casi exclusivamente a aquellos que están dispuestos a sacrificarse. Aquellos que están dispuestos a "pagar el precio"[3]⁴⁹. En noviembre de ese año, a los 19 años de edad, puso fin a una corta huelga de hambre que había comenzado durante su quinta detención impuesta por negarse a servir en el ejército israelí. En su decisión de dejar la huelga de hambre se refirió nuevamente a esta tensión, declarando: "se convirtió en una lucha por el poder, y no estoy interesado en demostrar mi fuerza ni mi 'masculinidad' en el lenguaje de ellos: esa es la esencia de mi rechazo".
Este es un buen ejemplo de cómo el ser consciente de esta tensión, al formar parte de un movimiento que ve sus propias debilidades y contradicciones, permite que los objetores de conciencia encuentren un punto medio y, en sus declaraciones -que consiguen una plataforma debido a la estructura militar- problematizar no solo el servicio militar en sí, sino también los valores fundamentales del militarismo. Creo que este punto medio, que incluye las "armas del patrón", aunque también nuestra capacidad de hacer un nuevo uso de ellas y desafiar las propias armas, nos da el espacio para combinar la eficacia de la objeción de conciencia con un trabajo profundamente antimilitarista, que nuestra sociedad necesita tan desesperadamente.
[1] Objetores de conciencia contra la ocupación 2014, Refusenik Le1er 2014: Refusing the IDF [Facebook], h ps://www.facebook.com/refusingIDF/info?tab=page_info>, visto el 4 de junio de 2015.<.information, no 7/1986.
[2] Elster, Ellen 2010, 'Coffee Serving Resistance? An Introduction to Women's Conscientious Objection in Israel', in Women Conscientious Objectors: an Anthology, (London: War Resisters' International), p 50.
[3] Matar, Hagai 2014, 'Israeli Conscientious Objector ends Hunger Strike Citing Abuse', in +972Mag [online] 3rd November, <h p://972mag.com/israeli-conscientious-objector-ends-hunger-strike-citing-abuse/98369/>, visto el 4 de junio de 2015.
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