El Dr. Jalal Nofal: Conectar la Ayuda Humanitaria y el Activismo Civil en Siria
El Dr. Jalal Nofal, nacido en 1963 en Damasco en una familia de clase obrera de as-Sweida’, es un destacado psiquiatra y activista que ha participado en política y en labores de ayuda humanitaria durante toda su vida.
In 1978 Nofal se unió al Partido de Acción Comunista (CAP, por sus siglas en inglés), después de rechazar las posiciones favorables al régimen del Partido Comunista Sirio, especialmente durante el levantamiento de los Hermanos Musulmanes (1976-82) y la consiguiente represión gubernamental. “En lo que se refiere a la masacre de Hama (1982), para mí, como una persona de izquierdas, el Partido de Acción Comunista adoptó la postura más equilibrada y satisfactoria”, explicó el doctor.
Nofal, por entonces un estudiante de medicina en la Universidad de Damasco, siguió siendo un miembro activo hasta su arresto en 1983, cuando el régimen lanzó una represión por todo el país contra los izquierdistas. Fue puesto en libertad en 1991, después de más de ocho años en prisión. Como muchos de sus contemporáneos, Nofal decidió volver a sus estudios, se graduó de la facultad de medicina y se especializó en psiquiatría.
Ideológicamente, el encarcelamiento reforzó aún más la tendencia democrática del izquierdismo de Nofal, quizás a costa de sus creencias socialistas, al igual que anteriores prisioneros que se llevaron con ellos sus nuevas ideas al Partido de Acción Comunista. Nofal recordó como “el partido (junto con otros grupos) prestó una mayor atención a la democracia y en contrarrestar la propaganda del partido Baʿth”. A pesar de sus esfuerzos, en última estancia, la década de los noventa experimentó pocos cambios, puesto que el régimen rechazó los esfuerzos en favor de la democratización.
Este letargo político duró hasta el año 2000, cuando el ascenso al poder de Bashar al-Asad y la retórica prometedora impulsó a muchos sirios a renovar su compromiso con la democratización de la sociedad.
Nofal recibió con entusiasmo estos acontecimientos y se unió a los Comités para la Defensa de la Democracia y los Derechos Humanos [CDF, por sus siglas en inglés, miembro de la Coalición por la Corte Penal Internacional (CICC, por sus siglas en inglés) y la Red Euromediterránea de Derechos Humanos], y participó en la Primavera de Damasco, cuando izquierdistas y liberales trabajaron para unir la oposición y denunciar la falta de reformas bajo “el reformista” Bashar al-Asad. Después de detectar el peligro del movimiento, el régimen también empezó a tomar medidas contra el movimiento, lo que forzó, una vez más, la actividad política a la clandestinidad.
Sin embargo, con el estallido de la llamada Primavera Árabe, Siria redescubrió el activismo político abierto cuando las protestas reformistas y solidarias volvieron al frente.
Antes del inicio de la revolución en marzo 2011, Nofal estaba trabajando en una campaña para mejorar el trasporte público bajo el lema “Transporte Público que Respeta a los Ciudadanos”. Sin embargo, después de que empezase la revolución pasó de hacer llamadas reformistas a participar en el activismo revolucionario que arrasaba el país. Nofal estaba convencido de que “todos los movimientos e individuos democráticos deben participar en el activismo revolucionario, independientemente de su ideología o religión”.
Nofal trabajó con el Comité de Coordinación de los Vecindarios de Damasco para organizar una manifestación en la plaza Arnus de la capital el 2 de mayo, 2011, para exigir democracia, el final de la violencia y sectarismo del régimen, y el levantamiento del asedio en la ciudad meridional de Darʿa. Fue arrestado durante la manifestación y pasó diez días en la prisión de ʿAdra antes de ser puesto en libertad en una amnistía. Luego volvió a trabajar con el comité, aunque poco después el comité fue disuelto cuando sus fundadores fueron arrestados.
Después de eso, se unió al Comité de Coordinación de Médicos de Damasco, que fue establecido para curar a pacientes, sobre todo manifestantes, que eran arrestados de forma rutinaria, abusados y torturados en hospitales en presencia del Dr. Nofal y sus colegas. Esta campaña fue interrumpida eficazmente, como la mayoría de las otras campañas, gracias a extensas campañas de arrestos.
Nofal también trabajó con la Media Luna Árabe Siria (SARC, por sus siglas en inglés), que, en sus propias palabras era “una de las pocas organizaciones donde se permitía operar a los trabajadores humanitarios revolucionarios”. El trabajo de ayuda humanitaria de Nofal se centró en el apoyo psicológico y social a los desplazados internos (IDPs, por sus siglas en inglés) que viven en Damasco y las víctimas y los testigos de conflicto y asedio por todo Rif Dimashq. “El trabajo en Damasco con los IDPs se volvió mucho más peligroso cuando fuimos acusados de apoyar el terrorismo, mientras que teníamos más libertades en Rif Dimashq debido a que el control del régimen era más flojo”, clarificó Nofal.
El gobierno siguió restringiendo los esfuerzos de ayuda humanitaria, acusaba a cualquier agencia humanitaria de apoyar el terrorismo y arrestó y exilió a muchos trabajadores de campo. En abril de 2012, Nofal fue arrestado mientras estaba de servicio con la SARC en Rif Dismashq y fue torturado mientras estaba en prisión.
A pesar de todas las dificultades, Nofal siguió adelante y, una vez puesto en libertad, contribuyó a la fundación de un nuevo movimiento político, la Coalición de Izquierdas Siria, aunque no consiguió ganar terreno.
Hacia la segunda mitad del 2012, la lucha armada empezó a tener un papel cada vez más prominente, pero Nofal persistió en sus iniciativas pacíficas. En 2013, fue un miembro fundador del Movimiento a la Llamada Nacional, que tenía más de 200 miembros en Damasco y “pedía el establecimiento de un estado civil democrático que rechaza el sectarismo, la islamización y la guerra civil”, como señaló Nofat.
El objetivo de los miembros del Movimiento a la Llamada Nacional era reactivar el movimiento pacífico y junto con la Juventud Revolucionaria Siria instalaron altavoces que coreaban canciones contrarias al régimen por todo Damasco. A principios de 2014, la red fue descubierta y disuelta; sus miembros, incluido Nofal, fueron arrestados y forzados a confesar bajo tortura en la Sección de Inteligencia Militar 215 de la capital.
Después de su puesta en libertad a principios de julio, Nofal continuó con su trabajo humanitario y con la sociedad civil, solo para ser arrestado menos de dos semanas más tarde. Fue acusado de financiar el terrorismo por el Tribunal Contra el Terrorismo por haber prestado ayuda humanitaria junto con su mujer en Yarmuk y pasó seis meses en prisión. Cuando Nofal fue puesto en libertad en enero de 2015, salió del país clandestinamente y huyó a Alemania para unirse a su mujer, la poetisa y activista Khawla Dunia, que había huido del país con anterioridad.
Sin embargo, la reunión no duró mucho. “Lo que podía ofrecer en Alemania era mucho menos de lo podía ofrecer en Turquía”, explicó el doctor. En la actualidad Nofal reside en la ciudad meridional fronteriza de Gaziantep, donde es un invitado habitual en programas como Alwan FM, Radio Hara, y Radio Rozana. También forma parte de un equipo de psiquiatras y trabajadores sociales que trabajan en las escuelas y los orfanatos, a la vez que forman a terapeutas y apoyan actividades similares en Siria.
Jalal Nofal es un ejemplo de cuantos revolucionarios sirios nunca han trazado una línea entre dos ámbitos inextricablemente entrelazados: el trabajo humanitario y el activismo en la sociedad civil. De hecho, en su opinión, es imposible ignorar la dimensión política que ha llevado al sufrimiento actual.
Omar Abbas era un estudiante de medicina en Damasco y ahora reside en California.
Este artículo fue publicado originalmente en SyriaUntold, una página web independiente que explora las historias de la lucha en Siria y las diversas formas de resistencia.
Traductora: Yolanda Alvarez
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