Punto de inflexión para la conscripción finlandesa
En Finlandia, la conscripción es una de las instituciones estatales más glorificadas entre la gente. Durante la mayor parte de la última década las encuestas han mostrado un porcentaje del 70% de apoyo a que se mantenga la conscripción, y ninguno de los partidos políticos mayoritarios quiere abolirla. A principios de 2015 el Ministerio de Defensa y las fuerzas armadas tomaron la decisión de reducir la reserva a un tercio aproximadamente, a 230000 personas, abriendo por primera vez la posibilidad de buscar alternativas a la conscripción obligatoria. El estado se enfrenta a amplias críticas internacionales por no respetar los derechos de los objetores de conciencia. Como no se han producido aperturas concretas sobre el tema debido a la falta de apoyo y voluntad política, La Unión finlandesa de Objetores de Conciencia (AKL) ha iniciado una petición de Avaaz para plantear la cuestión antes de las elecciones finlandesas en abril y como un tema potencial para próximas negociaciones del gabinete.
Historia de la conscripción finlandesa
La conscripción en Finlandia comenzó cuando Finlandia era un principado, bajo el Zar de Rusia en 1878. Al principio el ejército finlandés estaba separado de la Comandancia General rusa, pero pasó a depender de ella en 1901. Esto también marcó el inicio de la objeción organizada en Finlandia, basada, en aquel momento, en el nacionalismo finlandés. Por tanto, no era un movimiento de objetores de verdad, sino más bien un movimiento por la independencia, pero tuvo éxito en conseguir la abolición de la conscripción rusa en Finlandia. Durante la Primera Guerra Mundial, Finlandia tuvo una guerra civil y ambos lados comenzaron con la conscripción durante la guerra, basándose en la ley de 1878. Cuando Finlandia alcanzó la independencia en 1918,se promulgó una nueva ley de conscripción un año después, obligando a todos los hombres a ir al ejército, sin ninguna posibilidad de objeción.
En 1922, se hizo una ampliación a la ley que permite un servicio sin armas en las fuerzas armadas. Las organizaciones por la Paz en el momento apostaron por un servicio civil que fuera totalmente independiente de las fuerzas armadas. El primer objetor famoso fue Arndt Pekurinen, que se objetó en 1926 y fue encarcelado dos años más tarde. Al ser encarcelado, Pekurinen comenzó una huelga de hambre ya pesar de la fuerte limitación de información por parte del estado, la noticia se extendió a nivel internacional. Se hizo una petición de apoyo a su objeción a nivel internacional y entre los firmantes estaban Albert Einstein y 60 miembros del Parlamento británico, entre otros. En 1931 se promulgó una ley que permitía al servicio civil, pero tal servicio sólo se concedió por razones religiosas, principalmente a los Testigos de Jehová. Pekurinen fue puesto en libertad en 1932.
La ley de 1931 no reconocía la objeción en tiempos de guerra, y en 1939 todos aquellos que habían elegido el servicio civil fueron llamados a filas al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Durante las dos guerras que Finlandia luchó con la Unión Soviética entre 1939 y 1944, más de 15.000 personas desertaron. Más de 3.500 personas fueron encarceladas, al menos 600 sin ningún tipo de juicio. Después de las guerras el ambiente general en Finlandia era muy militarista debido a las recientes guerras y la amenaza que se percibía de la Unión Soviética. El derecho a la objeción por otras razones que no fueran religiosas no fue añadido a la ley hasta 1959.
Las siguientes décadas vieron un aumento constante de la objeción, que culminó con grandes protestas a finales de los años sesenta. Basándose en una ley de la época de la guerra, la gente que animaba públicamente a la objeción fue juzgada. Al final, casi 2.000 personas fueron acusadas en el caso judicial más grande en la historia de Finlandia. Los acusados se burlaban del sistema de justicia compitiendo por la pena más grande, que terminó siendo un año y cuatro meses. Al final, el presidente Urho Kekkonen indultó a todos los involucrados y el sistema judicial quedó en ridículo. Se promulgó una nueva ley sobre el servicio civil en 1969, acortando la condena a 12 meses y el número de soldados se elevó de 300 a más de mil en 1980.
El ministro de defensa redactó una nueva ley en 1987, alargando el servicio de nuevo hasta los 16 meses. Esto llevó a un gran despliegue de resistencia a la nueva ley, que culminó con huelgas de soldados y una huelga de hambre masiva. Finalmente en 1992 los asuntos relacionados con el servicio civil se llevaron del ministerio de defensa al ministerio de trabajo con una nueva ley que además ampliaba la elección de destino para el servicio civil a ONGs. Desde los 90, los derechos de los objetores han mejorado poco a poco, pero ninguna mejora se consigue gratis. Cada pequeña mejora en los derechos se consigue tras la presión internacional, el trabajo político, las protestas, la huelgas e incluso las huelgas de hambre.
Situación actual
La ley finlandesa actual de conscripción se aplica a todos los hombres entre 18 y 60 años. Después de su decimoctavo cumpleaños, todos los hombres son llamados para un reconocimiento médico obligatorio y un día de reclutamiento, para testar lo en forma que están y las habilidades de los conscriptos. Las mujeres no son llamadas a filas automáticamente, pero desde 1995 pueden ir como voluntarias comunicándolo en la oficina militar local. Los días de reclutamiento se llevan a cabo en todos los municipios finlandeses en otoño. Quienes no acuden reciben una multa y una nueva orden de acudir al reclutamiento, los desertores recurrentes pueden ser arrestados y reclutados forzosamente. Los testigos de Jehová están exentos por una ley especial desde 1985.
El día de reclutamiento se supone que es una presentación formal del servicio militar y sus alternativas, con un test psicológico y cognitivo básico para habilitarse. El servicio civil debería ser presentado como una alternativa igual. Según mi experiencia y la de la mayoría de la gente con la que he hablado, el día del reclutamiento es de hecho una glorificación nacionalista y militarista. Las bandas militares tocan el himno nacional y un par de marchas militares famosas, y oficiales de alta graduación hablan de la guerra de invierno. El servicio militar se presenta casi como una validación de ciudadanía y se le resta importancia al servicio civil, a menudo con un lenguaje chovinista y homófobo. A los objetores se les intimida con una charla sobre la potencial pérdida del empleo y con historias de las condiciones penitenciarias. AKL tiene una campaña anual para repartir panfletos la mañana del día de reclutamiento, informando a los reclutas de sus derechos e información fáctica sobre diferentes formas de objeción.
El servicio militar dura entre 165 y 347 días, mientras que el servicio civil siempre dura 347 días. Las penas de los objetores se basan en la duración del servicio militar y sus sentencias se basan en la ley que rige el servicio civil. A los objetores totales les imponen penas de 173 días de cárcel, la mitad de la duración completa del servicio civil. A los objetores parciales les condenan teniendo en cuenta el tiempo que han servido antes de objetar, cada día en el servicio militar y cada dos días en el servicio civil reducen la duración de la estancia en prisión en un día. La Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha declarado la duración del servicio civil una especie de castigo, y Amnistía Internacional da a los objetores encarcelados el estatus de presos de conciencia. Distintas oficinas de la Unión Europea también han manifestado su preocupación sobre la duración del servicio civil, el encarcelamiento de los objetores, y por no eximir a otros objetores de la misma forma que a los Testigos de Jehová.
Después del servicio militar, todos los que completan su servicio son pasados a la reserva. Mientras están en la reserva, se les exige que participen en ejercicios de reserva, si se les llama. El tamaño de la reserva ha sido históricamente grande, basado en el principio de Defensa Total, incluyendo todo el área terrestre y marítima. Debido a la reestructuración de las reservas, el tamaño de la reserva primaria ha descendido de 350.000 a 230.000 efectivos en enero de 2015. La Defensa Total, como principio también incluye cosas tales como la infraestructura de comunicaciones, la defensa económica, la sanidad, la seguridad interna y el orden público. Esto da al ejército una gran autoridad en todos los ámbitos de la sociedad en situación de crisis.
Esta influencia militarista se lleva más allá también por las clases especiales de defensa nacional, en las que el ejército invita a líderes de alto nivel administrativo, económico y político a un seminario cuatro veces al año. Oficialmente estos seminarios son señalados como esenciales para la coordinación de la defensa nacional, pero algunas personas han denunciado su preocupación porque estas clases son una iniciativa del lobby armamentístico. El 75 % de los MP finlandeses han participado en estas clases. Coincidiendo con esto en Finlandia no hay debate alguno sobre el aumento de cerca de €150 millones en el presupuesto de defensa este año, y ningún plan para abolir la conscripción.
Por esta razón, AKL ha lanzado en Avaaz una petición para conseguir apoyo internacional para liberar a los objetores de conciencia y abolir la conscripción. Se puede encontrar un enlace a la petición aquí: https://secure.avaaz.org/en/petition/Alexander_Stubb_Prime_Minister_of_Finland_End_Finnish_Conscription_and_Imprisonment_of_Conscientious_Objectors/
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