Género, Defensa y la Especulación de la Guerra

Jasmin Nario-Galace

En 2014, según el Informe sobre el Comercio Mundial de Armamento de la consultora IHS, el comercio mundial de armamento aumentó desde los 56,8 mil millones de dólares del año anterior hasta los 64,4 mil millones de dólares. El informe destacó que los EE.UU suministraron una tercera parte de todas las exportaciones, seguidos por la Federación Rusa, Francia, Reino Unido y Alemania. Siete de los 10 importadores de armas más importantes fueron de Asía y el Pacífico: India, China, Taiwán, Australia, Corea del Sur, Indonesia y Pakistán. Las 5 empresas más importantes exportadoras son: Boeing, Lockheed Martin, Raytheon, Airbus Group y UAC. Las tres primeras son empresas norteamericanas mientras que las dos últimas tienen sus sedes en Francia y Rusia, respectivamente.1

El SIPRI informó que los gastos militares globales en 2014 alcanzaron los 1,776 billones de dólares con China, India, Japón, Corea del Sur y Australia encabezando la lista de los 15 países con el mayor gasto militar.2

Mientras los países refuerzan sus sistemas de defensa para “proteger” a sus gentes, la integridad de sus territorios y la soberanía nacional contra amenazas internas y externas, aquellos que se benefician del inmenso gasto en defensa y armamento militar y de las guerras, en general, hacen toneladas de dinero.

Un gran gasto en asuntos militares y en defensa tiene muchos costes. El comercio de armamento, lucrativo para unos pocos, genera, alimenta y sostiene conflictos armados. El IISS informó que había 42 conflictos armados en activo en 2014 con 180.000 muertos.3

El concepto clásico de defensa presupone que siempre hay peligro, amenaza o ataque. El significado de defensa ha sido construido de tal manera que ha llevado a los gobiernos y a los actores no estatales a desarrollar sus arsenales de armas y prepararse para un contraataque. Defensa se ha convertido en sinónimo de violencia y militarización.

Este concepto de defensa ha generado implicaciones. Defensa se ha convertido en un territorio masculino que apoya el poder basado en el género, de hombres contra mujeres. Este concepto de defensa ha alimentado, sostenido y agravado conflictos armados donde la violación es usada como una táctica de guerra. Tal concepto ha llevado al desplazamiento donde, “mujeres y niñas constituyen casi la mitad de cualquier población de refugiados, desplazados internos o apátridas”, según el UNHCR. Las mujeres que acampan en centros de evacuación sufren por la falta de servicios relacionados con la sanidad que hacen las vidas doblemente miserables para aquellas que están embarazadas, con la menstruación o en periodo de lactancia. Las denuncias de acoso sexual también son altas en los campamentos de evacuación.

De hecho, el concepto de defensa que militariza a la sociedad pone a las mujeres en un mayor riesgo, que hace de la especulación armamentista y la violencia basada en el género un círculo vicioso. Adicionalmente, las mujeres que no se sienten seguras empiezan a armarse ellas mismas contra la violencia masculina, aumentando aún más las ventas de armas.

Este concepto clásico de defensa –masculino y el reforzamiento del patriarcado- ha llevado a un excesivo gasto militar mundial que impacta en la capacidad de los gobiernos para deliberar servicios sociales básicos tales como sanidad, subsistencia y educación, especialmente para las mujeres; de ese modo se reduce aún más la posibilidad de igualdad de género.

Pero en la historia, las mujeres no solo han estado mirando como los especuladores de la guerra se ríen todo el camino al banco. Mujeres activistas de la paz siempre han cuestionado el paradigma de seguridad dominante que invierte dinero en el complejo industrial militar en vez de en servicios que apoyarían el desarrollo humano.

Las mujeres han estado en la primera fila de las campañas contra la institucionalización y la idealización de la violencia. Han estado en la primera fila de las campañas por la promulgación de tratados a nivel global y leyes a nivel local que ayudarán a prevenir la violencia sexual y basada en el género. Han estado en la primera fila de los esfuerzos por educar por la paz para que las generaciones futuras puedan saber que la guerra no soluciona nada y que hay soluciones pacíficas para los conflictos que enfrentan a la comunidad de naciones o a comunidades dentro de las naciones. Las mujeres están en la primera fila de los esfuerzos de desarme y el control de armas ya que saben que la proliferación de armas puede desencadenar la violencia que pondría a ellas, a sus seres queridos y a sus comunidades en peligro. Han estado en la primera fila de las campañas por los recortes en los gastos militares y los llamamientos a que desvíen sus recursos al desarrollo, conscientes de que los conflictos armados son, a menudo, la causa de la pobreza y la injusticia. Han estado trabajando en comunidades para prevenir y mediar en los conflictos, así como en abordar las raíces de sus problemas.

Y están en la primera fila de los esfuerzos por ir más allá de las mujeres, con el entendimiento de que los hombres tienen un interés en desafiar la militarización donde ellos son los principales actores y víctimas.

Hacen todo esto porque no pueden conciliar como el armamento puede traer seguridad, como proclaman los especuladores de la guerra. La seguridad que ellas conocen está anclada en la capacidad de las personas para resolver sus conflictos de una manera constructiva y sin violencia; en la capacidad de su gobierno para prestar servicios que garanticen sus derechos y bienestar. A pesar de las dificultades, persistirán en el uso de su agencia para llegar a la paz y a la seguridad humana.

1 IHS Newsroom. Saudi Arabia Replaces India as Largest Defence Market for US, IHS Study Says. (March 7, 2015). Retrieved September 19, 2015, from http://press.ihs.com/press-release/aerospace-defense-terrorism/saudi-arabia-replaces-india-largest-defence-market-us-ihs-

2 Sam Perlo-Freeman, Aude Fleurant, Pieter D. Wezeman and Siemon T. Trends in world military expenditure, 2014. Retrieved September 19, 2015 from http://books.sipri.org/product_info?c_product_id=496

3 IISS. Armed Conflict Survey 2015 Press Satement. (May 19, 2015). Retrieved September 19, 2015 from https://www.iiss.org/en/about%20us/press%20room/press%20releases/press%20releases/archive/2015-4fe9/may-6219/armed-conflict-survey-2015-press-statement-a0be

Jasmin Nario-Galace es la Directora Ejecutiva del Centro de Educación para la Paz en Miriam College de Filipinas. Es la Coordinadora Nacional de la Mujeres Comprometidas con la Acción en 1325 y Presidenta de Pax Christi-Pilipinas. Es miembro del Programa Mujeres Promotoras de Paz-Asia y está en el Comité de Dirección de la Red Global de Mujeres Trabajadoras por la Paz.

Traducción: Yolanda Alvarez

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