La revuelta del petróleo: Dos décadas después de la muerte de Ken Saro-Wiwa, la lucha Ogoni se está relanzando

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PatrickKanedeWar on Wanty SarahShorakade la Plataforma informan desde el Delta del Nígersobrela lucha del puebloOgonicontra laShelly la movilizaciónmás ampliaen Nigeriahacia2015como un "año del cambio".

Nigeria estalló en protestas en enero de 2012, cuando el gobierno anunció que iba a retirar la subvención al consumo nacional de combustible. A pesar de que exporta 2,5 millones de barriles de petróleo al día, Nigeria no puede refinar petróleo para satisfacer la demanda interna y tiene que importar gasolina. Las revueltas por la subvención al combustible duraron casi dos semanas permitieron vislumbrar el estallido del malestar social del país.

"El primer día la gente fue a protestar por la eliminación de las subvenciones al combustible. Para el décimo día estaban protestando por la pobreza, la corrupción y el robo de nuestros recursos", dice el activista nigeriano Ken Henshaw. "La gente cree que el levantamiento por la subvención a los combustibles fue espontánea", continúa. "Pero tuvieron que pasar meses de preparación, organizando, educando a la gente con el tema de la subvención al combustible. La revuelta terminó pero se está construyendo un un movimiento... sólo estamos esperando al siguiente tema que encienda la mecha.

No está demasiado claro cómo se desarrollará este movimiento en un país donde 100 millones de personas viven en la indigencia, según datos del Banco Mundial. La desilusión con los partidos políticos establecidos es endémica. La presidencia de Goodluck Jonathan se hunde cada vez más en escándalos de corrupción. Las protestas y las huelgas son cotidianas. El Sindicato de Personal Académico de Universidades (ASUU en sus siglas en inglés) organizó recientemente una huelga de cinco meses que paralizó el sistema universitario estatal, mientras que en diciembre la Asociación Médica de Nigeria anunció que los médicos en los hospitales públicos comenzarían una huelga indefinida por las condiciones. Los trabajadores de las refinerías de petróleo están protestando contra la privatización de las refinerías de petróleo del país.

Un año para el cambio

Durante nuestra visita a Nigeria al final del año pasado, había una idea que no paraba de repetirse: la importancia de 2015 como un año para el cambio. Así como las elecciones nacionales para elegir representantes desde el presidente a los poderosos gobernadores locales, va a tener lugar una “conferencia para el diálogo nacional” por primera vez para discutir sobre el futuro del país y su sistema político federal. Las llamadas políticas étnicas tienen un papel importante en Nigeria, cuyo mapa fue bosquejado por sus antiguos gobernantes británicos, lo cual significa que muchos grupos étnicos continúan política y económicamente marginados a día de hoy, y las tensiones latentes permanecen.

La gente que vive en los territorios ricos en petróleo del Delta del Níger se queja de que durante más de medio siglo han sufrido la destrucción medioambiental y la violencia que la extracción del petróleo ha traído a sus comunidades y sin embargo viven en la miseria ya que el petróleo es sacado fuera de debajo de sus pies. Muchas personas con las que hablamos se mostraron escépticas sobre los motivos del presidente para convocar la conferencia y si va a traer algún cambio real. Sin embargo los movimientos sociales se preparan de todas formas para movilizarse en torno a ella como una forma de impulsar un cambio más sistémico, y ya está provocando importantes debates sobre cuestiones fundamentales.

El año 2015 también es importante porque será el vigésimo aniversario de la ejecución de Ken Saro-Wiwa. Durante nuestra visita nos manifestamos Port Harcourt junto con miles de indígenas Ogoni para conmemorar el décimo octavo aniversario de la ejecución de su inspirador líder. Fue una ocasión muy emotiva, que demostró no sólo hasta qué punto el autor, poeta y activista todavía significa para su pueblo, sino también que su lucha continúa.

Es famoso cómo Saro-Wiwa lideró al pueblo Ogoni contra la catastrófica destrucción de la tierra Ogoni por parte de Shell y su continua marginación política y económica, una lucha que alcanzó una cima histórica hace 20 años, el 4 de enero de 1993. Ese día alrededor de 300.000 Ogonis celebraron una manifestación masiva, declarando su oposición noviolenta absoluta a la presencia de Shell en su territorio. El pueblo Ogoni exigió que la Shell abandonara sus tierras, y declaró que en adelante el 4 de enero sería conocido como el “Día Ogoni”.

La protesta trascendental anunciaba la llegada de una fuerza política potente y demostró el despertar del pueblo Ogoni. La Shell se vio sacudida, y se retiró de la producción de petróleo en la tierra Ogoni poco después - a día de hoy a la empresa aún no se le ha permitido reanudar la producción. La protesta fue el resultado de la organización popular y los procesos educativos que alentaron a los Ogonis no sólo para examinar las causas de la explotación, la marginación política y económica y la destrucción del medio ambiente a las que se habían enfrentado durante más de tres décadas, sino también para comenzar a construir alternativas.

En palabras de Saro-Wiwa, “No se trataba solo del cambio por el cambio, sino también de la autoconfianza y el reinventar la sociedad Ogoni”. Él condujo la creación del Movimiento de Supervivencia del Pueblo Ogoni (MOSOP - en sus siglas en inglés), la organización paraguas que funcionó como vehículo para la lucha Ogoni y incluyó grupos de mujeres, estudiantes, ancianos de la tribu y jóvenes. La organización aún es conocida como la voz del pueblo Ogoni.

Los derechos de los Ogoni

Saro-Wiwa fue el ideólogo de este movimiento y fue él quien desarrolló las bases filosóficas de la lucha Ogoni, predicando la noviolencia y desarrollando la declaración de derechos de los Ogoni. La declaración de derechos continua siendo la biblia de la lucha Ogoni, estableciendo las exigencias de justicia social, política y ambiental, incluida la soberanía sobre los recursos disponibles en su territorio.

La capacidad de Saro-Wiwa movilizar al pueblo Ogoni para reclamar el poder expresar su opinión sobre lo que pasaba con los recursos naturales de su territorio sentó un precedente peligroso para poderosos intereses económicos, no sólo de Shell. Tal resistencia representaba un riesgo para su futuro acceso a las riquezas naturales del Delta del Níger. La respuesta del gobierno militar de Nigeria fue un ataque violento en el que se destruyeron 27 aldeas, unas 2.000 personas fueron asesinadas y 80.000 desplazadas. Esto fue seguido por la ejecución de Saro-Wiwa junto a otras ocho personas en 1995.

La ola de violencia y las ejecuciones hizo retroceder la lucha y sirvió como una advertencia a cualquier otro grupo étnico que se atreviera a resistir a la industria petrolera. Pero ahora, 18 años después de que Saro-Wiwa fuese asesinado, la lucha Ogoni se retoma con un impulso renovador, una vez más. Los problemas no han cambiado y son ”aún peor hoy que cuando Ken estaba vivo”, según Celestine Akpobari, coordinador del Foro de Solidaridad Ogoni. Estos incluyen la extrema pobreza, la marginación económica y política continúa, y la destrucción del medio ambiente a gran escala. Durante nuestra visita

Durante nuestra visita, Akpobari y otros líderes Ogonis destacados en los medios de comunicación locales y nacionales que la “lucha Ogoni está entrando en una nueva fase y nos estamos movilizando para una serie de acciones noviolentas que paralizarán la actividad económica”. El 10 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos, fue lo que hicieron, cerrando dos refinerías de petróleo y una planta petroquímica en Port Harcourt. "Esto es sólo una muestra de lo que está por venir", dijo a los periodistas Akpobari.

Más allá del Delta

La lucha Ogoni es de vital importancia no sólo porque se trata de la lucha por la supervivencia del pueblo Ogoni. También es un catalizador, una fuente de inspiración y un abanderado de muchas luchas en el Delta del Níger y en toda Nigeria. El activista nigeriano Nnimmo Bassey ha hablado de cómo la declaración de derechos de los Ogoni inspiró a otras nacionalidades étnicas en el Delta del Níger para producir cartas similares, como una forma pacífica de incitar al gobierno al diálogo y la acción". Según Bassey, el verdadero cambio vendrá en África cuando “las luchas estallen para, fundamental y básicamente, recuperar la soberanía del pueblo y romper el dominio de las élites neocoloniales sobre nuestros recursos naturales”. El impacto de la lucha Ogoni podría llegar mucho más allá del Delta del Níger.

Intereses políticos y económicos muy poderosos tratarán de mantener el status quo, potencialmente mediante la violencia. La persecución y ejecución de Ken Saro-Wiwa encendieron un movimiento de solidaridad internacional. Se necesita que este movimiento internacional resurja, en particular en los centros de poder donde se consume el petróleo y las corporaciones empresariales tienen sus sedes.

En el Delta

Fuimos a Nigeria en noviembre, visitando muchas comunidades en el Delta del Níger que están padeciendo contaminación y conflictos como resultado de las operaciones petrolíferas. Las dos comunidades que mejor ejemplificaban esto son Goi y Rumuekpe. Goi es descrita como el lugar más contaminado de la tierra Ogoni, un brillo de petróleo en el agua que antes se usaba para beber y para la pesca. El lugar ahora está desierto. Visitamos las casas abandonadas y la panadería que solía estar animada antes los derrames.

Rumuekpe es una arteria principal de operaciones de la Shell en el este del estado de Rivers. Fundamentalmente, funciona como un punto de unión de los oleoductos y gaseoductos que atraviesan la zona. Aproximadamente 100.000 barriles de petróleo fluyen por él a diario. Lejos de beneficiarse de su ubicación estratégica, en cambio, Rumuekpe carece incluso de las infraestructuras básicas, mientras que al menos 60 personas, incluyendo mujeres y niños, han sido asesinadas por los conflictos entre distintas comunidades pues diversas bandas armadas han librado batallas campales por el acceso a los contratos de petróleo y los pagos.

Terminamos nuestra visita coincidiendo con las movilizaciones anuales para conmemorar la ejecución de Ken Saro-Wiwa. Las actividades comenzaron el 9 de noviembre, con vigilias con velas en diferentes lugares en Port Harcourt, la ciudad donde trabajó y murió. Viajamos con dos conocidos activistas, Celestine Akpobari y Ken Henshaw, que trabajan en una ONG llamada Acción Social, que se centra en los derechos humanos, las luchas ambientales y empoderamiento de las comunidades.

Publicado  en  Red Pepper

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