Especulador del Mes: Unisys Corp

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Eric Töpfer

La que en su momento fue el cuarto mayor contratista del Pentágono, la Unisys Corporation, se ha convertido en uno de los principales proveedores mundiales de tecnología para la “Seguridad Nacional”. Sus operaciones de negocio y su política son un claro ejemplo del poder del complejo seguridad-industrial.

El estudio de los grandes proyectos técnicos de cooperación europea en materia de justicia e interior puede sorprender. Tanto si se trata de programar la interfaz Prüm-CODIS para comparar las bases de datos de ADN y sus cadenas a ambos lados del Atlántico, como de actualizar el Sistema de Información Schengen (SIS en sus siglas en inglés) al SIS II y sus “sinergias” con el Sistema de Información de Visados, o se trate del desarrollo del Sistema de Información de la Europol, de la interconexión de los registros nacionales de vehículos como parte de la iniciativa EUCARIS, la estandarización del intercambio de datos entre los registros nacionales de crímenes o el estudio previo para la Red de Alerta de Infraestructuras Críticas de la Unión Europea, siempre aparece el mismo nombre: Unisys.

“Nuestros productos y servicios alcanzan a casi todas las agencias de defensa y civiles. […] Gestionamos centros de datos, modernizamos aplicaciones críticas y proporcionamos apoyo a los usuarios finales de algunas de las mayores empresas públicas y privadas del planeta, a la vez que mantenemos la seguridad”, es de lo que presume en su página web la empresa con sede en Blue Bell, Pennsylvania. Y en efecto, en todo el mundo más de 1.500 órganos adminsitrativos, 22 de los 25 bancos más grandes del mundo, ocho de las diez aseguradoras más grandes y más de 200 aerolíneas dependen de los servicios y productos de Unisys. Con oficinas en 63 países en los cinco continentes y con 26.000 empleados que sirven a clientes en más de 100 países, Unisys es una verdadera multinacional. Con unas ganancias anuales de 5.230 millones de dólares (en 2008), la empresa no es uno de los “principales actores”, pero Unisys no vende coches o recursos naturales sino que obtiene sus ganancias con servicios informáticos y la producción de ordenadores centrales.

De productora de rifles a empresa mundial de informática

La historia de la empresa se remonta a la firma E. Remington & Sons, productora de rifles desde 1816 y más tarde también de máquinas de escribir y otros materiales de oficina. Con el nombre de Remington Rand la empresa introdujo el legendario ordenador central UNIVAC. En 1955 Remington fue absorbida por la empresa armamentística Sperry que creció gracias a la producción de sistemas de navegación y sistemas de armas semiautomáticos para la Armada de los EEUU y para sus Fuerzas Aéreas. La empresa se renombró Sperry Rand Corporation y enseguida se convirtió en uno de los principales competidores de IBM – sobre todo con la compra de grandes ordenadores para el ejército estadounidense, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Comisión de Energía Atómica, grandes empresarios industriales, instituciones financieras y sistemas de reserva para aerolíneas internacionales. Ya en el año 1978 la alta dirección de Sperry decidió centrarse en el negocio de los ordenadores, y en 1986 la empresa fue adquirida por Burroughs Corporation, un competidor productor de máquinas calculadoras y ordenadores. El resultado de dicha adquisición hostil organizada por el jefe ejecutivo de Bourroughs, W. Michael Blumenthal, antiguo Secretario del Tesoro de los EEUU, fue la creación de “United Information Systems”, la Empresa Unisys, que era en aquel momento, y siguiendo a IBM, la segunda empresa de informática más grande del mundo y la cuarta empresa armamentística de los EEUU.

Sin embargo, los comienzos tan prometedores enseguida acabaron en crisis. Cuatro años después de la fusión Blumenthal dejó la empresa. Afectada por el final de la Guerra Fría y por recortes en el presupuesto del Pentágono, además de por el triunfo del ordenador personal, la empresa sufrió pérdidas de hasta 2.500 millones de dólares entre 1989 y 1991. Además la imagen de la empresa se vio gravemente afectada: En el contexto de la “Operación Ill Wind” el FBI y el Servicio de Investigación Naval destaparon la involucración de Unysis en el mayor escándalo de corrupción en la historia del Pentágono. En el “Triángulo de Hierro”, una red de funcionarios del Pentágono, asesores de seguridad y empresas armamentísticas que ofrecían a altos cargos militares retirados trabajos en empresas de consultoría (empresas conocidas como “alquila un general”), ofrecían contratos con una sobrefacturación de miles de millones de dólares. En septiembre de 1991 se declaró culpable a Unisys no sólo de haber sobornado a altos cargos de la Armada y de las Fuerzas Aéreas para contratar el desarrollo del sistema antimisiles Aegis así como otros proyectos, sino también de contribuciones ilegales de campaña a miembros del Comité de los Servicios Armados y del Comité de Créditos. La empresa tuvo que pagar la cifra récord de 190 millones de dólares de multa. El veredicto selló la venta de la división de armas de Unisys que ya había comenzado a finales de los 80.

El sucesor de Blumenthal, James Unruh, ordenó un recorte radical de puestos de trabajo y una reorientación estratégica. Hasta 1997 el número de trabajadores se redujo de 47.000 a 33.000, y el lanzamiento de una unidad de servicios informáticos indicaba un nuevo énfasis. Enfrentándose a la crisis económica en los Estados Unidos, Unisys se expandió agresivamente en los mercados extranjeros de Europa y Asia desde comienzos de los años 90 en adelante y comercializó servidores de gama alta para compensar el fracaso en el negocio de los ordenadores que estaba en auge. Al hacerlo la empresa no vende simplemente hardware sino que en las palabras de su propio anuncio, “reúne servicios y tecnologías en soluciones”. Esto quiere decir que Unisys desarrolla, implementa y gestiona sistemas informáticos, centros de datos y redes para administraciones y empresas de todo el mundo. Ofrece servicios de consultoría para el mantenimiento y la seguridad de sistemas informáticos y distribuye hardware a través de sus servicios de las series ClearPath y ES pero además desarrolla software y middleware adaptados a sus clientes. En resumen, Unysis ofrece todo lo que necesitas para el uso y el manejo de grandes bases de datos. Aunque las ventas de hardware se han reducido de manera significante – entre mediados de los 90 y 2009 su participación en los ingresos se redujo del 41 al 12 por ciento – los grandes ordenadores siguen teniendo una importancia estratégica para la empresa. Por un lado, el beneficio neto de las ventas de hardware es de hasta un 50 por ciento más, el doble que en el sector de servicios. Por otro lado, un tercio de las ganancias de Unisys proviene de los servicios de outsourcing, lo que quiere decir que los clientes almacenan y procesan sus datos “en la nube” de los centros de datos de Unisys. De hecho, las “soluciones” de Unisys están en busca de problemas que deben ser procesados a gran escala.

Sueños rotos y aire fresco en la mañana del 11-S

A pesar de los cambios radicales que los directivos de Unisys encargaron durante los años 90, nunca se consiguió un verdadero éxito. Aunque el valor de las acciones de Unisys aumentó a casi 500 dólares entre 1995 y 1999, los ingresos se estancaron y el balance de la década supuso una pérdida de 672 millones de dólares. En consecuencia el aterrizaje también fue difícil cuando la burbuja de la “Nueva Economía” reventó en los albores del nuevo milenio. Hasta finales del verano de 2001 las acciones se devaluaron hasta los 80 dólares por acción, y los ingresos disminuyeron en 900 millones de dólares en comparación al año anterior, por consecuente tras tres años de éxito la empresa tropezó con el déficit.

Por lo tanto, el 11 de septiembre de 2001 y la respuesta del gobierno de Bush llegaron en el mejor momento para la aturdida empresa. Unisys reaccionó de inmediato. En 2002 añadió 300 “expertos en seguridad” para su gestión y lanzó unos cuantos “Centros de Seguridad de Excelencia” en todo el mundo. Además se creó un “ Consejo Asesor de Seguridad” en julio de 2003. Más tarde se creó el “Instituto de Liderazgo de Seguridad”, un “foro compuesto de expertos en seguridad reconocidos a nivel nacional provenientes del mundo de los negocios y del gobierno para proporcionar una visión sobre los problemas de seguridad emergentes y las mejores prácticas a las organizaciones de todo el mundo”. Entre sus fundadores se encontraban antiguos líderes de la NSA (la Agencia de Seguridad Nacional), del FBI, de las Fuerzas Aéreas de los EEUU, de la Real Policía Montada de Canadá y de la Interpol. Está claro que la “estrategia de alquila un general” de los años 80 no se había olvidado a pesar de las dolorosas consecuencias. Seguramente el hecho de que Tom Ridge, un viejo amigo, se convirtiese en el secretario del recién creado Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se ajustaba a las necesidades de los altos directivos de Unysis. Durante el tiempo que fue Gobernador de Pensilvania ambas partes colaboraron exitosamente en el desarrollo del portal electrónico del gobierno del estado – un partido en casa.

Los esfuerzos se vieron recompensados: Unisys Corporations se convirtió en el tercer contratista del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) “dispuesto a hacer negocios”. Desde 2003 hasta 2010 la empresa recibió 2.410 millones del DHS, entre otros por contratos para desarrollar los sistemas informáticos para la recién creada Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA) y para el propio DHS; para la “Operación de Comercio Seguro” para la seguridad de contenedores en puertos estadounidenses, la “Tecnología Indicadora de la Visita o de la Condición de Visitante o Inmigrante a los Estados Unidos” (US-VISIT en sus siglas en inglés), el programa “Viajeros Registrados”, el proyecto “Comercio Libre y Seguro” (FAST), la “Iniciativa de Viaje del Hemisferio Occidental” y el “Sistema de Selección Automática”. En colaboración con otros gigantes de las altas tecnologías como IBM, Boeing, Cisco, SAIC, AT &T, estos proyectos no tratan sólo de la instalación de redes informáticas de área amplia y bases de datos masivas, sino que también y en particular tratan de cartas inteligentes, biométrica y la tecnología RFID para la identificación, evaluación de riesgos y monitorización de personas y bienes.

Unisys parecía estar predestinada para todas estas tareas. En el campo de RFID la empresa es el principal socio del ejército estadounidense desde 1994. El ejército utiliza esta tecnología en 1.700 emplazamientos en 31 países y por lo tanto opera una de las redes logísticas basadas en RFID más grandes del planeta. Pero Unisys no sólo estaba explotando su larga experiencia en armar e informatizar al ejército estadounidense, de hecho también tiene mucha experiencia internacional en el ámbito de seguridad nacional. En 1998 vendió ordenadores por valor de 8,7 millones de dólares para la operación de “base de datos de gente” al Ministerio de Interior iraquí. En los años 90 Unisys fue pionera en la introducción de tarjetas biométricas inteligentes y en la modernización de registros de población en Costa Rica, Malasia y Sudáfrica. Sin embargo, de vez en cuando en el negocio de la Seguridad Nacional de EEUU parece que la oferta establece la demanda. Tres cuartas partes del número total de contratos del DHS fueron ganados por Unysis sin competir con ningún competidor. Claro está que dichos proyectos fueron diseñados expresamente para Unisys.

Para crear el ambiente idóneo para sus “soluciones” la empresa publica desde 2006 y dos veces al año el IndiceTM de Seguridad de Unisys. El índice, supuestamente basado en la “sólida” base de encuestas de 8.500 personas de nueve países, suele demostrar un aumento del miedo a la usurpación de la identidad o el aumento en la aceptación de la biométrica. Pero lo que más parece interesar al marketing son las redes personales. Por ejemplo, la empresa presenta en su página web a Patricia Titus como “líder de pensamiento” para la seguridad. Titus, antigua Directora de Seguridad de la TSA (el mayor cliente de Unisys dentro de las autoridades del DHS), y que continúa trabajando en varios consejos asesores técnicos del gobierno estadounidense, está en la actualidad al cargo de la seguridad de la información en la unidad de “Sistemas Federales” de la empresa. Por ello es el punto de contacto de la administración estadounidense “aprovechándose de su amplia experiencia operativa y de liderazgo”. Otro ejemplo es el de Terry Hartmann, encargado de la estrategia de Seguridad Nacional de Unisys y centrándose en biometría y la gestión de identidades. Antes de unirse a Unisys era director de informática en la Oficina de Pasaportes Australiana y actúa como “experto” para la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) y para la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), y es por lo tanto uno de los que manejan los hilos de la estandarización mundial del pasaporte biométrico.

Bruselas, biometría, control fronterizo

El 16% de los ingresos de Unisys proviene de contratos con el gobierno federal de EEUU, su mayor cliente. Sin embargo, incluso después de 2001 los altos directivos de la empresa aún quieren ampliar el negocio de la seguridad nacional en otros países. En épocas de crisis económica el sector público es un sector sólido de mercado. Australia, país de origen de Terry Hartmann, contrató en 2006 a Unisys para trabajar para el “Programa de Biometría para el Control Fronterizo” del Departamento de Inmigración y Ciudadanía. En Canadá la empresa podría asegurarse contratos de sistemas de identificación biométricos para empleados en puertos y aeropuertos.

Unisys también está ocupada promoviendo sus “soluciones” en Europa. Mientras que en el pasado los gobiernos de los estados-nación ejercían su protección sobre su industria informática de cosecha propia, en la actualidad la burocracia de la UE está claramente más abierta a ofertas de Unisys. Aunque en el registro voluntario de lobbies de la UE la empresa se esconde tras la Asociación Americana de Electrónica de Europa, su filial belga está bien relacionada. A sólo tres minutos a pie de la Central de Correos de la agencia de contratación de la Comisión Europea, la OIB, la oficina en Bruselas de Unisys organizó, por ejemplo, unos talleres sobre contratación electrónica, fronteras electrónicas y pasaportes electrónicos para la Dirección General (DG) de Empresa e Industria. También fue invitada por la DG Justicia, Libertad y Seguridad al primer “Foro de la UE para la Prevención del Crimen Organizado”. En colaboración con la DG Mercado Interior y Servicios desarrolló perspectivas para fortalecer la industria armamentística europea, y en la actualidad presta apoyo a todos los servicios de la Comisión en el desarrollo, gestión y mantenimiento de sus sistemas informáticos en nombre de la DG Informática.

La principal persona de contacto de Unisys en Bruselas es el Director Patrice-Emmanuel Schmitz, abogado y arquitecto informático, que también estuvo a cargo del lanzamiento del Portal Biométrico Europeo en 2005. En nombre de la Comisión Europea, esta página web pretendía, junto con el Informe Trend también escrito por Schmitz, servir de plataforma de conocimiento para la industria biométrica europea para el desarrollo del mercado. El Foro Europeo de Biometría (el lobby europeo de la industria biométrica) fue el socio estratégico del proyecto siendo Unisys una de las 150 organizaciones miembro. En abril de 2006 Unisys inauguró en Bruselas el “Centro Europeo de Excelencia Biométrica”, una exposición de tecnología con el objetivo de promover los beneficios de “modernas soluciones de gestión de identidad” dirigidas a grupos del sector privado y de las administraciones públicas. Mientras tanto Schmitz recibe la ayuda de Roberto Tavano, un consultor italiano que viaja por todo el mundo como “Vicepresidente de los Programas de Seguridad Europeos” de Unisys para dar las claves sobre seguridad en congresos y ferias comerciales. Desempeñando este papel Tavano escribe “Estoy dando forma a los conceptos de negocio sobre los que se basan nuestros modelos de penetración en el mercado para el Control Fronterizo, la Gestión de Identidad y los espacios de Seguridad Física. Los procesos de los Formatos Innovadores para Viajeros Registrados y la Autorización Agilizada de Pasajeros de Aerolíneas forman parte de la cartera de soluciones desarrollada para darlas a conocer a nivel mundial.”

Queda claro que esto es más que tecnología de marketing y servicios informáticos cuando Tavano pide la externalización de la recolección y almacenamiento de los identificadores biométricos para sistemas a gran escala como el Sistema de Información de Visados, o cuando Schmitz y su equipo dan un aviso a la Comisión Europea sobre poderes ejecutivos para los equipos de control fronterizo. Con sus visiones de seguridad con fines de lucro, Unisys pretende instalar nuevos regímenes semi-privados de gestión de fronteras y otras formas de control más allá de la supervisión democrática.

Publicado en “Statewatch Bulletin

Traducción: Nayua Abdelkefi

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