El mayor campo de pruebas de Europa sobre tierras indígenas

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Por Cattis Laska

El Campo de Pruebas Aeroespaciales Norteuropeo (NEAT en inglés), el mayor campo de entrenamiento militar de Europa, tiene un área de 24.000 km cuadrados en el norte de Suecia, justo encima de la tierra que pertenece históricamente, y que sigue siendo utilizada, por los pueblos indígenas de Suecia, el pueblo Sami. Las tierras sobre las que se dejan caer las bombas durante los ejercicios militares son las mismas zonas en las que pastan los renos. Según la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, “no se llevarán a cabo actividades militares en las tierras o territorios de los pueblos indígenas”, y de ser así, dichos pueblos indígenas deben ser consultados oficialmente. Esto no ocurrió antes de comenzar los ejercicios militares en NEAT.

La colonización de las tierras Sami y la opresión del pueblo Sami en Suecia

El pueblo Sami tiene una larga e histórica relación con las tierras que hoy en día pertenecen al norte de Suecia, Finlandia, Noruega y Rusia. Estas son zonas en las que los pueblos Sami han vivido y trabajado durante siglos y donde se desarrolló la cultura Sami. La historia Sami se remonta a mucho antes de que los estado-nación colonizasen las tierras. La colonización sueca de las tierras Sami comenzó en los siglos XIV y XV y se intensificó a partir del siglo XVII; culminada por siglos de trabajos forzados, el desplazamiento de los Sami y la explotación de sus tierras. En resumen, el mismo patrón de opresión y explotación de pueblos indígenas de siempre. Dicha explotación se justificaba dando una visión racista de que los Sami eran gente inferior a los “suecos” que también incluía una investigación sobre la gente Sami en el Instituto de Eugenesia.

Suecia reconoció al pueblo Sami como un pueblo indígena en 1977. Según la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (adoptada en 2007), los pueblos indígenas tienen unos derechos especiales, además de los derechos derivados de su estatus de minorías nacionales (Sami es una de las cinco minorías nacionales de Suecia, las otras son Roma, Judíos, los Tornedalen y los Finlandeses-Suecos). Estos derechos tratan sobre todo la autodeterminación y los derechos a la tierra de zonas que tradicionalmente pertenecen a los pueblos indígenas. El hecho de que Suecia haya reconocido a los Sami como un pueblo indígena no ha mejorado su situación de manera significativa. La Declaración de las Naciones Unidas no es jurídicamente vinculante; es sólo una norma internacional mínima sobre el trato que se debe dar a los pueblos indígenas. Además está el Convenio sobre los pueblos indígenas y tribales (OIT 169), que sí es jurídicamente vinculante y que Suecia aún no ha ratificado. Por esta razón a los Sami en Suecia aún no se les ha dado acceso a los derechos que dicho Convenio otorga a los Sami como pueblo indígena.

Creación de una zona de entrenamiento militar en Vidsel en los años 50

A mediados de los años 50, el ejército sueco empezó sus operaciones en la zona de Vidsel (un pueblo del norte de Suecia) y en los años 60 se aprobó crear la actual zona de pruebas Vidsel a través de una resolución parlamentaria. Todas las actividades sobre lo que pasó a llamarse “Robotförsöksplats Norrland - RFN” (“lugar para probar robots en el norte de Suecia”) eran estrictamente secretas puesto que tenían como objetivo desarrollar una bomba nuclear sueca. La “Administración de Material de Defensa” (“FMV” en sueco), es la agencia gubernamental encargada de las actividades en el RFN. Los funcionarios que trabajaban en el RFN en Vidsel durante los años 50 y 60 tenían prohibido hablar sobre su trabajo, incluso con sus familias. La gente que vivía en la zona que se iba a destinar para el RFN, tanto gente Sami como otros suecos, fueron “recompensados” y obligados a trasladarse. Esto incluía a varias familias y al pueblo de Udtja Sami.

Desde la creación del RFN, las operaciones que allí tienen lugar se han desarrollado y ampliado, y tras la investigación estatal “Nieve, oscuridad y frío” (2004), las zonas de entrenamiento han sido abiertas a ejércitos extranjeros y empresas para que se entrenen para la guerra. La investigación llevada a cabo concluyó que esta zona inmensa de aire y tierra en el norte de Suecia es ideal para los entrenamientos militares puesto que ofrece unas condiciones únicas con 24 horas de entrenamiento de día durante el verano y 24 horas de entrenamiento en la oscuridad en invierno; además de tener una geografía y un clima que se parecen a los de otras zonas del mundo donde se está haciendo la guerra; y también porque se trata de “tierra deshabitada”. Designar al norte de Suecia “tierra deshabitada” dice bastante de lo que opina el gobierno sueco de la gente que vive en el norte del país, como que no existen, o por lo menos como gente no importante. La colonización y otras formas de opresión son (más que en este caso específico) justificadas al describir la periferia como incivilizada y/o algo que existe para servir al estado central/nacional. La explotación de las tierras Sami se ha debido históricamente a la energía hidroeléctrica, la minería y la tala de árboles, y ahora se debe al entrenamiento para la guerra, pero todo esto se trata de que la zona y la gente del norte de Suecia sirvan al estado (central y sur) de Suecia.

Desde 2004, los ejercicios de guerra han incluido ejércitos tales como la Fuerza de Respuesta de la OTAN, las Fuerzas Aéreas de EEUU y de Gran Bretaña, así como empresas armamentísticas como Alenia Aeronáutica y SAAB que han probados sus nuevas armas y sus vehículos aéreos no tripulados en NEAT. Lo que en los años 50 era sólo la zona terrestre de Vidsel, se ha expandido para incluir el espacio aéreo que va desde Vidsel hasta la otra zona terrestre a las afueras de Kiruna llamada Esrange, todo ello constituye el NEAT. En total se han visto afectados, por el NEAT y por las actividades que se llevan a cabo en esa zona, unos 20 pueblos Sami. Un pueblo Sami no es un pueblo en el sentido literal de la palabra, sino una comunidad local de gente Sami que, por ejemplo, pastan sus renos en esa zona.

La violación de los derechos de los pueblos indígenas

Durante cientos de años, los Sami han vivido y trabajado en la zona que ahora se conoce como NEAT. Cuando se creó el RFN en los años 50, se llegó a un acuerdo entre la FMV y la gente Sami para regular las condiciones bajo las cuales se llevarían a cabo los ejercicios militares. Dicho acuerdo es el que aún sigue vigente, aunque fue escrito cuando el concepto de “derechos de los Sami” no existía y por lo tanto no fueron tenidos en cuenta. Desde entonces se han implementado las dos declaraciones y convenios sobre los derechos de los pueblos indígenas, aunque Suecia prefiere no aplicarlos. El acuerdo entre el ejército y los Sami dice que no se deben llevar a cabo ejercicios durante la época de parto de los renos (desde mayo hasta mediados de junio). Pero fue exactamente durante ese tiempo cuando el ejercicio Flecha Leal de la Fuerza de Respuesta de la OTAN tuvo lugar en 2009, utilizando la base de Vidsel para practicar el lanzamiento de bombas.

Según la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, “no se deben llevar a cabo actividades militares en las tierras o territorios de los pueblos indígenas a no ser que estén justificadas por un interés público pertinente o que se haya acordado libremente, o solicitado, por los pueblos indígenas afectados. Y de tener lugar un ejercicio militar, “los estados deberán consultar a los pueblos indígenas afectados mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas”. Por lo tanto no basta con informar a los pueblos Sami afectados sobre las actividades militares. Si no se consulta a la gente Sami afectada, en este caso el parlamento Sami, se trata de una violación de la Declaración de la ONU. A los Sami no se les ha preguntado, a través de un medio oficial, cuándo se pueden llevar a cabo ejercicios militares en NEAT. Lo que ocurres es que el ejército establece acuerdos con los distintos pueblos Sami afectados.

Ha habido algunas protestas en contra de los ejercicios militares en NEAT en relación a los derechos de los pueblos Sami. Un representante del parlamento Sami dijo en la radio pública que el ejercicio de la OTAN pondría en peligro el parto de renos puesto que los renos estarían asustados por los aviones. Antes de que las Fuerzas Aéreas de EEUU llevasen a cabo el ejercicio de bombardeo en el verano de 2010, Fjärde världen (una revista de los pueblos indígenas) y Same Ätnam (la más antigua organización Sami en Suecia) denunciaron el ejercicio y el hecho de que no se consultó a los pueblos Sami. Como dice Lilian Mikaelsson, vicepresidenta de Same Ätnam:

- No hemos podido decir nada. Nadie ha sido informado ni ha podido decir nada de lo que opina, ni a través canales de información sami ni suecos, sobre este tema. El gobierno ignora a la gente que vive aquí arriba.

Las zonas de entrenamiento terrestre de NEAT (en Vidsel y a las afueras de Kiruna) ofrecen tanto ventajas como desventajas para los Sami. Puesto que éstas son zonas restringidas, el pastoreo de renos por ejemplo no se ve afectado, como en otras zonas, por motos de nieve y otras actividades al aire libre, además de que no hay talas ni minas en estas zonas. Todo ello, claro está, con la gran excepción de que los Sami tienen que evacuar las zonas urgentemente antes de los ejercicios militares. Cuando esto ocurre, se esconden en refugios bajo tierra o se les evacúa en helicópteros.

La explotación de esta zona, que se es históricamente tierra Sami, por parte del gobierno y el ejército suecos, así como por ejércitos y empresas extranjeras, es solamente la continuación de la explotación de las tierras indígenas que ha tenido lugar en todo el mundo desde que comenzó la colonización. Se podría argumentar que transformar estas zonas en zonas militares, y por lo tanto restringidas, ha sido beneficioso para los bosques y para el pastoreo de renos de los Sami. Pero este argumento es fundamentalmente erróneo. Los bosques y el medioambiente natural y sus recursos deberían ser dejados en paz y no ser explotados, y a los pueblos Sami, así como a cualquier otro pueblo, se les deberían otorgar sus derechos, como humanos y como pueblo.

Gracias a Lilian Mikaelsson (Same Ätnam) y a Henrik Persson (Fjärde världe) por proporcionar información para este artículo.

Traducción: Nayua Abdelkefi

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