Abusador y abusado: Derechos Humanos y el ejercito ruso
El ejército de Rusia enfrenta al menos dos problemas de derechos humanos: dedovshchina, el hostigamiento de nuevos conscriptos en el ejército ruso (ver la reseña del libro a continuación), y las violaciones a los DDHH cometidas por militares rusos en Chechenia y en otras áreas de conflicto.
Dedovshchina
En 1988 la publicación de un artículo en el Komsomoil'kaia Pravda, describiendo un incidente en el cual un conscripto quien estaba sufriendo abuso en las barracas e inesperadamnte apuntó su arma hacia sus compañeros y asesinando a 8, abrió el debate respecto de la dedovshchina. Dicha práctica reveló también otro fenómeno más o menos único en la Rusia post-soviética: el Movimiento de las Madres de Soldados.
Para muchos antimilitaristas es difícil relacionarse con este movimiento ¿Puede éste ser clasificado como antimilitarista o pacifista? La máxima preocupación de muchos de sus activistas es proteger a sus hijos de la dedovshchina al interior de la milicia. La mayoría de los comités de madres de soldados promueven la profesionalización del ejército ruso como una respuesta a este problema.
Sin embargo, los Comités de Madres de Soldados han sido y son importantes al momento de proporcionar ayuda a los jóvenes que no quieren unirse a la milicia por temor a la dedovschina y sus múltiples abusos, poniendo al mismo tiempo el tema en la agenda pública; y contribuyendo también al colapso del sistema de conscripción ruso al expandir el rechazo al reclutamiento. A pesar de las actividades de las Madres de Soldados, casi 20 años después las cosas no han mejorado, como lo demuestra el caso del soldado Sychyov, quien se convirtió en el símbolo de las realidades brutales de la conscripción rusa a comienzos de este año.
De acuerdo a los reportes de la Fundación Derechos de las Madres, "3 mil soldados en promedio mueren cada día en el ejército ruso. [...] 23% de las muertes en el ejército son atribuidas a accidentes, 16% a operaciones militares, 15% por agresiones de otros soldados y 11% a enfermedades. Además, en el 17% de los casos el soldado muerto era el único hijo de la familia, y 14% de los padres que perdieron a sus hijos en el servicio militar son personas discapacitadas. Los padres de un hijo muerto pueden acceder a una pensión que alcanza los 70 U$ mensuales, pero sólo la pueden recibir si se comprueba que la causa de la muerte no fue suicidio o enfermedad. A esto se suma que a menudo la investigación no da cuenta de que el soldado fue empujado a suicidio por causa de las humillaciones diarias, torturas y hostigamientos constantes. Según Verónica Marchenko, el año pasado estuvo caracterizado por un inusual número de de homicidios y casos criminales. "El ejército ruso está respondiendo a un recorte en la duración del servicio militar (de un año a partir del 2008) y aumentando la profesionalización". Sin embargo, no es claro que estos pasos eliminen los problemas mencionados anteriormente, al no estar acompañados de cambios estructurales.
Chechenia
Esta región marca la otra cara del problema de DDHH relacionado con el ejército ruso: la sistemática violación de los derechos humanos de los civiles chechenos por parte de los efectivos armados. Estas prácticas también se han expandido a la vecina república de Ingushetia. Amnistía Internacional señala que: Serias violaciones a los DDHH, incluidos crímenes de guerra, continúan siendo perpetrados en Chechenia, tanto por los propios chechenios como por las fuerzas federales. Las fuerzas chechenias de seguridad están viéndose implicadas crecientemente en detenciones arbitrarias, torturas y "desapariciones" en la región. Las mujeres sufren violencia de género, incluyendo violación o amenazas de violación, por miembros de las fuerzas de seguridad chechenas o federales. Existen también reportes sobre grupos de oposición chechenos que continúan cometiendo crímenes de guerra, incluyendo ataques directos a civiles. Amnistía Internacional está al tanto de sólo dos condenas durante el 2005 por serias violaciones a los DDHH cometidas en Chechenia. La mayoría de las investigaciones por estas demandas han sido poco efectivas, y en los casos en que han llegado a la corte, no se ha aplicado justicia.
La violencia y los problemas también han sido reportados en otras repúblicas al norte del Cáucaso, incluyendo abusos como detenciones arbitrarias, torturas "desapariciones" y secuestros. El 13 de octubre de 2005 un grupo de 300 hombres armados lanzaron ataques a las instalaciones gubernamentales en las cercanías de Nalchik, la capital de Kabardino-Balkaria, donde más de 100 personas, incluyendo al menos 12 civiles, han sido reportados como asesinados. La asonada fue reportada como una respuesta a meses de persecución en contra de musulmanes practicantes en dicha región, incluyendo detenciones arbitrarias y tortura efectuadas por oficiales de la ley, y el cierre de mezquitas. Con posterioridad al ataque, agentes del Estado detuvieron a docenas de personas; muchos de los cuales reportaron torturas.
Mientras la Corte Europea de DDHH acusó a Rusia por la desaparición y muerte de ciudadanos chechenios en febrero y el 12 de octubre de 2006, la situación no ha mejorado sustancialmente. Durante el proceso de febrero en la CEDH, Rusia fue -por primera vez- juzgada culpable de serias violaciones a los DDHH cometidas en Chechenia, estableciendo que había utilizado fuerza desproporcionada durante sus operaciones militares dirigidas de manera indiscriminada contra civiles, fallando además en la adecuada investigación de las muertes civiles.
¿Un movimiento anti-guerra?
A pesar de la masificación de la dedovschina y de la guerra en Chechenia, no existe un movimiento anti-guerra con el cual relacionarse en Rusia ¿Algunos grupos pequeños? Algunos comités de Madres de Soldados, Acción Autónoma, Memorial y algunos otros trabajan más o menos aisladamente unos de otros dentro de Rusia contra la guerra que este país mantiene contra el terrorismo en Chechenia. Numerosos activistas rusos ponen sus esperanzas en las instituciones europeas e internacionales, y apelan a ellas para detener la guerra en Chechenia. Sin embargo, es poco probable que esto suceda, especialmente mientras no haya oposición pública a la guerra al interior de la propia Rusia.
Andreas Speck
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