Se han iniciado dos causas judiciales, una en los Países Bajos y otra en el Reino Unido, para impugnar la ayuda de la Unión Europea (UE) a Eritrea, que financia un proyecto de desarrollo en el que se emplea a reclutas del Servicio Nacional de Eritrea. Eritrea es conocida por su servicio nacional indefinido, en el que hombres y mujeres se ven obligados a pasar toda una vida como reclutas, a formar parte del ejército o a trabajar en minas, granjas y fábricas sin derecho a salir y esencialmente sin remuneración.