Eco-sumud y la lucha palestina por la justicia eco-social

de
en
es
Una mujer anciana usa una azada. La imagen está tomada desde el nivel del suelo, con tierra visible en primer plano y cielo azul con nubes al fondo.
Labiba Abdullah, de 85 años, trabajando su tierra en Dayr Ballut, 16 de marzo de 2021. Crédito de la foto: Nidal Eshtayeh/Xinhua Net
Author(s)
Manal Shqair
Translated by
Natalia García (ES)

La creación de Israel sobre el 78% de la tierra de la Palestina histórica ha marcado una interrupción violenta de la relación sostenible que las y los palestinos han mantenido con su tierra durante generaciones. La continua colonización israelí del resto de Palestina – que culmina en el genocidio y ecocidio que se desarrolla en la Franja de Gaza y el silencioso lavado étnico en Cisjordania – representa una amenaza adicional para el estilo de vida indígena palestino en relación con la tierra. A pesar de más de siete décadas de despojo colonial y violencia, las y los palestinos han logrado enfrentar con firmeza los intentos israelíes de borrar el conocimiento y las habilidades que las y los palestinos utilizan para mantener un vínculo sostenible con la tierra. A esto lo llamo el acto de eco-sumud, es decir, eco-perseverancia.

La praxis anticolonial del eco-sumud se refiere a la persistencia palestina de permanecer en la tierra utilizando métodos ecológicos para mantener un vínculo fuerte con ella. Esto incluye el uso de conocimientos indígenas basados en la tierra, valores culturales, tácticas y herramientas para resistir el despojo israelí y la gestión insostenible de la tierra y sus recursos que conlleva el despojo. Las mujeres palestinas han sido guerreras clave en la lucha ambiental y anticolonial para reforzar el eco-sumud. El eco-sumud parte de la comprensión de que la lucha por la justicia climática y la lucha del pueblo palestino por la autodeterminación están intrínsecamente relacionadas. Como concepto y práctica, reconoce la constitución mutua de las crisis sociales y ecológicas. Reconoce la búsqueda de una transición agrícola y energética justa en los Territorios Palestinos Ocupados como inseparable de la búsqueda de la autodeterminación palestina y la justicia social, y viceversa. Así, el eco-sumud constituye una poderosa contra-práctica al colonialismo ecológico israelí, al mismo tiempo que informa una contra-narrativa a los esfuerzos de Israel por hacer "greenwashing", con el fin de encubrir sus crímenes continuos contra el pueblo palestino y su medio ambiente con una apariencia verde.

La práctica agrícola de secano entre los aldeanos palestinos de Dayr Ballut, en Cisjordania, ofrece un ejemplo empírico de eco-sumud. Ba'li, como se conoce esta práctica en árabe vernacular, ha facilitado la preservación local de la tierra agrícola a lo largo de un siglo de ocupación colonial, apartheid del agua y apropiación de tierras. Implica la preparación, siembra, cultivo y protección de plantas y suelos sin riego, utilizando en su lugar la humedad natural del suelo y la captura y preservación del agua durante las estaciones de lluvia. En Dayr Ballut, las y los aldeanos, en su mayoría mujeres, han combinado este método agrícola tradicional con la diversificación de los tipos de cultivos sembrados para reducir su vulnerabilidad a la escasez de agua, los choques climáticos y la degradación del suelo.

Siendo a la vez una relación social, espiritual, cultural y material con la ecología local, que facilita tanto la justicia social como el uso sostenible de la tierra, el ba'li cristaliza el poder y el potencial del eco-sumud para informar una transición decolonial justa en Palestina. Tal transición se basa en cinco pilares: Primero, interrumpe la internalización de la construcción social del conocimiento y la cultura palestina como inferiores a las de sus colonizadores. Segundo, pone en primer plano las relaciones con la tierra y sus recursos naturales basadas en la reciprocidad y la interdependencia. Tercero, promueve el compartir colectivo de la tierra, el agua y el conocimiento en lugar de su monopolización y comercialización lujosa para unos pocos. Cuarto, afirma que las mujeres son actores principales en la lucha anticolonial por la autodeterminación y la justicia ecológica. Finalmente, rechaza la noción de que el colonialismo de colonos israelíes es invencible, cimentando en su lugar la invencibilidad del ardiente deseo de los colonizados de determinar su propio destino.

 

Información del autor
Programmes & Projects
Countries
Theme

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.

Mantente al día de nuestro activismo antimilitarista internacional.

Suscríbase a nuestras listas de correo electrónico aquí.