7 de octubre, un año después - una declaración del comité ejecutivo de la IRG
Hoy hace un año que comenzó una nueva fase en el conflicto de Palestina, que dura ya varias generaciones. El brutal asalto de combatientes de Hamás desde la Franja de Gaza ocupada, en el que murieron centenares de personas y muchas fueron tomadas como rehenes, ha sido respondido con un año, y contando, de violencia genocida por parte de Israel contra los palestinos de Gaza, así como con múltiples crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que ha cometido en Cisjordania, Líbano y otros lugares. Es importante considerar estos acontecimientos en el contexto político más amplio de un siglo de desposesión, ocupación y limpieza étnica de las y los palestinos, así como de resistencia violenta a ella, y de múltiples crímenes de guerra cometidos por todas las partes en el conflicto. Sin embargo, no podemos desestimar ni minimizar el impacto concreto de la violencia sobre las personas y sus familias, vivan donde vivan y se encuentren en el «bando» del conflicto que se encuentren.
Como pacifistas y antimilitaristas, rechazamos el uso de la violencia para promover fines y objetivos propios. Queremos enviar de nuevo nuestra solidaridad a todas/os las/os que en la región se han comprometido a resistir de forma noviolenta a la guerra y sus causas, y lamentamos junto a todas/os las/os que han perdido a seres queridos.
La guerra y el conflicto que asolan Oriente Medio desde hace un año han vuelto a intensificarse en los últimos días. Se ha convertido en un conflicto regional aún más amplio. A finales de septiembre de 2024, Israel amplió su actual campaña de genocidio y crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania e invadió Líbano. Cada vez es más difícil predecir dónde acabará esta expansión en un entorno en el que aumenta la niebla de guerra. Alcanzar un acuerdo de alto el fuego, por no hablar de la paz, se está convirtiendo en una posibilidad cada vez más lejana.
Los Estados occidentales, especialmente Estados Unidos, que apoyan directa o indirectamente a Israel mientras actúa en flagrante violación del derecho internacional, están alimentando este fuego. Continúan con su ayuda económica y militar a la guerra mientras fingen hacer un llamamiento a la paz en el ámbito internacional.
Para que quede claro, nuestra condena del imperialismo genocida estadounidense e israelí no significa que apoyemos las acciones y aspiraciones de otros actores de la región y de fuera de ella, que actualmente pueden oponerse a ellos, ya sea Irán, Rusia o cualquiera de los demás Estados, fuerzas militares y milicias armadas implicados en el conflicto. Estos actores pueden señalar el genocidio y los crímenes de guerra cometidos por Israel como una razón para sus propias acciones y derivar su legitimidad de ello, pero a menudo ellos también sirven para difundir la guerra y el odio en la búsqueda de sus propios objetivos geopolíticos, y socavan la causa de una paz justa y equitativa.
Como Internacional de Resistentes a la Guerra, subrayamos que en la guerra no hay vencedores. Condenamos a todos los actores responsables de la gran destrucción que la guerra está causando a las personas, la naturaleza y la vida en Oriente Medio. Declaramos que es necesario alzar la voz de la paz, para evitar más genocidios y crímenes de guerra, para impedir la normalización de la guerra y la violencia en Oriente Medio, y para poner fin a la creciente retórica nacionalista y militarista que la rodea. Pedimos el pleno reconocimiento de los derechos humanos y la dignidad humana de todas las personas de la región, porque la verdadera paz, y no la ilusión de tranquilidad nacida de la opresión y el sometimiento, requiere justicia e igualdad. Nos solidarizamos con todos los activistas por la paz, resistentes a la guerra y objetores de conciencia que luchan en Oriente Medio.
Hacemos un llamado a las/os activistas por la paz, las/os resistentes a la guerra y los/as objetores/as de conciencia, dondequiera que se encuentren en el mundo, para que presionen a sus gobiernos y a los órganos pertinentes de sus Estados para que promuevan la paz, y no la guerra y el genocidio, en Oriente Medio y en todo el mundo.
Queremos la paz, ahora mismo.