El fuerte lazo antimilitarista: La RAMALC y la IRG en América Latina y el Caribe

La Red Antimilitarista de América Latina y el Caribe (RAMALC) está estrechamente vinculada a la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG/WRI) y ese vínculo es mutuo y sostenido. La historia de ambas organizaciones lo demuestra.

La RAMALC es una organización actual, viva, existente, con las dificultades que históricamente han enfrentado las organizaciones antimilitaristas de acción directa noviolenta y que se pretenden autónomas y autogestionarias. Por ello su historia está en construcción y sería un buen tema para historiadoras/es. Esa historia, año a año, demuestra cómo se mantiene y sostiene el vínculo entre la RAMALC y la IRG.

 La RAMALC surge en 2014 en un encuentro antimilitarista latinoamericano en la ciudad de Quito, Ecuador, organizado con apoyo de la IRG y que resumió la coordinación, cooperación y trabajo mutuo regional existente desde los años 90 del siglo pasado.  

La primera instancia regional fue la ROLC - Red de Objeción de Conciencia (OC) de América Latina y el Caribe, con eje en el ejercicio y reconocimiento del derecho a la OC y su tensión con el antimilitarismo. Esa Red, en amplia coordinación con la IRG, tenía predominancia de organizaciones institucionalizadas (ONG’s) que aspiraban más bien a la política de lobby y a la presión legislativa y mediática, contrastando con el interés de las y los objetores de conciencia que aspiraban más a estrategias de Insumisión y/o de acción directa noviolenta.

Esta tensión, junto a la salida de la cooperación internacional de buena parte de Sudamérica para mediados y fines de los años 90 hizo inviable la continuidad de la ROLC, la cual alcanzó a organizar 5 encuentros latinoamericanos (ELOCs[1]), siendo el último en Medellín, Colombia en 1999[2].

Al inicio de los años 2000 pese a que no existía más la ROLC, igualmente se realizaron encuentros subregionales o bilaterales de grupos antimilitaristas y de OC. El afán de encontrarse y activar conjuntamente hizo que para mediados de esa década surgiera la Coordinadora Latinoamericana Antimilitarista y de Objeción de Conciencia (CLAOC), marcando un cambio de eje. La CLAOC surgió y se desarrolló en torno a eventos del 15 de mayo, Día Internacional de la Objeción de Conciencia: uno en 2004 en Santiago de Chile[3], organizado por la IRG y el grupo antimilitarista Ni Casco Ni Uniforme y otro en 2010 en Asunción, Paraguay organizado conjuntamente con la organización La Comuna de Emma, Chana y todas las demás[4].

Además de estos eventos se daba continuidad a la coordinación Latinoamericana y del Caribe en las reuniones que la gente latinoamericana teníamos en los grupos de trabajo regional dentro de las Conferencias y Asambleas de la IRG, como en Padeborn, Alemania en el 2006 y en Ahmenabad, India en el 2010. En esos encuentros físicos y en diálogos virtuales por correo electrónico, y con el gran apoyo de Andreas, Javier, Howard y Dominique, quienes, desde la oficina de la IRG en esos años, demostraban gran interés en apoyar las iniciativas latinoamericanas es que fue tomando consistencia y haciéndose realidad el tener un encuentro autónomo. Andreas, por ejemplo, sostenía una excelente relación con los grupos antimilitaristas en Colombia, con visitas en terreno cada cierto tiempo.

Así, desde 2012, la idea de relanzar la coordinación antimilitarista en la región fue definiendo fecha y lugar, lo que fue posible gracias a que la actividad local nunca había desaparecido (aunque si había disminuido en algunos lugares) y al apoyo de la IRG. Por ello, el 2014, en Quito, se realizó un encuentro que combinó entrenamiento en Acción Directa Noviolenta, estrategia y coordinación política, creándose una instancia que fue nombrada RAMALC. Este encuentro estuvo marcado por la represión  gubernamental a los movimientos sociales que se oponían al extractivismo, tanto que por razones de seguridad la acción directa noviolenta resultado del entrenamiento debió ser suspendida

El apoyo y relacionamiento de la RAMALC con la IRG se mantuvo y fortaleció en los siguientes encuentros, así como en la actividad entre eventos presenciales. En el año 2015 la RAMALC realizó un encuentro en Ciudad de México. La actividad de este evento se centró en el aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, puesto que la fecha del evento coincidía con ese primer aniversario. Por ello el entrenamiento estuvo centrado en el miedo en el activismo social y cómo enfrentarlo y, la acción resultado del entrenamiento  se realizó inmersa  en la marcha hasta el Zócalo de la ciudad que exigía la aparición con vida de los 43 estudiantes, justicia y verdad, así como denunciaba la responsabilidad del Estado en este hecho (“Fue El Estado[5]”).

Una actividad que forma parte del quehacer entre encuentros es la preparación del siguiente evento presencial, el cual es asumido por un equipo local, en conjunto con el resto de la RAMALC. tratando siempre de tener una presencia directa o indirecta de alguna representación de la IRG. El posicionamiento frente a los hechos de la militarización[6] y la construcción de redes locales, entrenamientos locales, acciones directas noviolentas, activismo desmilitarizador forman parte de la actividad de la RAMALC en su cotidiano.

El grupo Caracolito asumió la conformación de un equipo organizador local para el Encuentro/Entrenamiento de la RAMALC en Asunción en noviembre del año 2017, el cual  concluyó con una Acción Directa contra el extractivismo disfrazado de desarrollo urbano[7] que afecta principalmente a los sectores urbanos y semiurbanos populares de América Latina y el Caribe.

En cada encuentro de la RAMALC se realiza una planificación estratégica y diseño de objetivos para el siguiente periodo, los cuales actúan más como un compromiso y estímulo para el trabajo conjunto que una guía ejecutiva a seguir.

Desde 2017, a partir de la revuelta venezolana es que el activismo social ha tenido auge en la región, generándose la Primavera Andina[8] con revueltas sociales en Venezuela, Ecuador, Colombia, Chile, Perú y brevemente en Bolivia.  En toda esta conflictividad social las personas y grupos que conforman la RAMALC han participado activamente con acciones directas, procesos formativos y activismo de todo tipo desde el antimilitarismo y la noviolencia de acción directa.  Asimismo, es parte principal del accionar de esta red la preocupación por el cuidado de quienes siendo parte de la RAMALC y/o de la IRG en la región son afectados en su libertad y derechos[9] por gobiernos de cualquier signo que reprimen sin contemplaciones a la protesta social. Para ello se intenta siempre la acción coordinada con la IRG, como ha sido en el caso de Venezuela, México, Cuba, Ecuador, Chile, entre otros.[10].

En medio de esta Primavera Andina se realizó el encuentro/entrenamiento RAMALC en Bogotá, Colombia, en julio y agosto de 2019, en coordinación con la IRG, la cual efectuó al mismo tiempo la Conferencia Antimilitarismos en Movimiento, así como su Asamblea habitual. El entrenamiento formativo de la RAMALC, pensado en el marco de la militarización de las fronteras que sufre Latinoamérica y el Caribe, así como en la crisis migratoria, se realizó accidentadamente en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, limítrofe con Venezuela.

La pandemia ha frenado los encuentros presenciales, pero no ha detenido la acción antimilitarista de la RAMALC que desde el inicio monitoreó el uso de la pandemia como una excusa de los gobiernos para continuar con la militarización de la región[11]; militarización con un trasfondo extractivista que apenas disimulan. En esto ha habido afinidad con la IRG.

La RAMALC desarrolla una actividad antimilitarista basada en la acción local de cada grupo e individualidad participante, recalcando la acción conjunta con la IRG, de red a red, por ello estos 100 años de la IRG son importantes para esta Red y el contar con cuatro personas integrantes de la RAMALC en el consejo de la IRG es una muestra de ese vínculo estrecho basado en la autonomía y en la afinidad de objetivos y métodos.