Especulador de la guerra del mes: Almaz-Antey

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A large truck pulls an even larger trailer. On the trailer are several large missile launchers. Everything is painted dark khaki green
Un S-400, diseñado y fabricado por Almaz-Antey y subsidiarias. Foto: wikpedia/CC4.0 6 de junio de 2019

Almaz-Antey es la mayor empresa de armas rusa y está compuesta de docenas de empresas más pequeñas. Es una empresa estatal que da empleo a cerca de 98 000 personas, y produce una amplia gama de misiles, sistemas antiaéreos, radares, torretas automatizadas, artillería naval y armas de fuego.

En 2017, Almaz Antey se ubicó en décimo lugar entre las cien primeras empresas de armas del Instituto Internacional para la Investigación de la Paz de Estocolmo, tres puestos más del décimo tercer lugar que ocupó en 2016. Esa fue la primera vez que una empresa rusa apareció entre las diez primeras. En 2017, la empresa ganó 8500 millones de dólares por venta de armas, lo que conforma hasta el 94 % del ingreso de la empresa. La empresa ha recibido sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, en respuesta a la participación de Rusia en el conflicto en Ucrania y la anexión de Crimea.

Con frecuencia, Almaz-Antey hace exhibiciones en ferias de armas en todo el mundo, incluida la más reciente en la muestra aeroespacial de Aero India 2019, MILEX 2019 en Bielorrusia e IDEF 2019 en Turquía.

Sistemas antiaéreos

El sistema antiaéreo S-400 es un sistema de defensa aérea diseñado y fabricado por una subsidiaria de Almaz Antey llamada MKB Fakel, y ha sido descrito como “uno de los mejores sistemas de defensa aérea en el mundo”. El S-400 reemplazó al sistema S-300 y entró en servicio en 2007. El sistema comprende cuatro misiles que pueden darle a blancos a distancias diversas, desde 300 km a una distancia corta de 40 km. El sistema está montado en camiones y torretas que pueden armar rápidamente unas cuantas personas. El S-400 se ha vendido (o en algunos casos, se han entregado gratis) a Bielorrusia, China, Turquía, Arabia Saudita e India. Cada sistema –que consiste de ocho lanzadores, 112 misiles, vehículos de comando y apoyo – cuesta $400 millones.

El sistema S-300 lo han usado diversos países. Irán pagó por una cantidad no revelada de baterías S-300 en 2007, pero las recibió recién en 2016. La adquisición de Irán del S-300 fue una de las motivaciones señaladas detrás de la compra de la Fuerza Aérea Israelí de jets F35 a Estados Unidos. También existen preocupaciones de que la decisión de Turquía de adquirir el sistema S-400 de Rusia y jets F35 de Estados Unidos podría exponer vulnerabilidades en el F35 que podrían ser explotadas por Rusia. Por esto, Estados Unidos suspendió el envío de los jets F35 a Turquía, y Rusia debe entregar los S-400 a Turquía en julio de 2019, aunque hubo informes de que no se entregarían hasta 2020. Se ha denunciado que al Ejército turco no se le permitirá el acceso a los sistemas electrónicos internos del S-400.

La empresa también está elaborando una actualización del S-400 – el S-500, que cuenta con un mayor alcance y varias mejores técnicas diseñadas como un “golpe contra el prestigio estadounidense”. El S-500 debió entrar en producción en 2014, pero fue retrasado hasta 2017 y luego hasta 2020. Los comentaristas especulan que las demoras pueden deberse a problemas técnicos o preocupaciones de que el inicio de la producción del S-500 pueda hacer que los potenciales compradores internacionales pierdan interés en el S-400.

A fines de 2018, Almaz Antey reveló detalles de un nuevo sistema de misiles de superficie a aire llamado sistema Viking 9K317E, “diseñado para atacar misiles de crucero, aviones de primera línea y aviones estratégicos, armas de alta precisión, objetivos de ocultación, plataformas de ala giratoria [incluido sobrevuelo] y objetivos de superficie y terrestres emisores de radio en áreas en disputa" y puede atacar simultáneamente a 36 objetivos.

En 2015, un sistema antiaéreo Buk fabricado por Almaz-Antey fue considerado el culpable más probable del derribamiento del vuelo comercial MH17 en el este de Ucrania, en el que murieron las 298 personas a bordo. La empresa no negó que se hubiera usado un Buk, pero cuestionó quién disparó el arma y desde qué territorio, y hasta sugirió hacer una reconstrucción del accidente para “probar los ángulos”.

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