Frontex contrata drones israelíes para las pruebas de seguridad fronteriza
Este artículo se publicó originalmente en la web de Stop Wapenhandel. Usado con permiso.
A lo largo de este año, Frontex, la agencia de la UE a cargo de la guardia fronteriza, probará dos UAV (o drones) militares para la vigilancia de fronteras marítimas en el mar Mediterráneo: el Heron y el Falco de las IAI, fabricados por el gigante de armas italiano (antigua Finmeccanica). A los drones Heron les precede una notable historia en su uso contra los palestinos, lo que añade más objeciones a su ya controvertido uso en la seguridad fronteriza. La creciente cooperación de la UE con Israel en materia de migración es un tema de preocupación general.
En enero, se hizo público el aviso de adjudicación de contrato para las pruebas del dron. Estipula que las IAI reciben 4,75 millones de euros por 600 horas de pruebas de vuelo, consiguiendo el contrato frente a dos competidores de países pertenecientes a la UE. Leonardo recibe 1,70 millones de euros por 300 horas de pruebas de vuelo, consiguiendo el contrato por encima de otra empresa.
El Heron ya se fue presentado para Frontex a principios del 2012, cuando varios fabricantes de armas exhibieron sus drones para la seguridad fronteriza en Grecia. En ese momento, Frontex estaba muy interesada en el uso de drones, pero en los años siguientes resultó difícil operar con ellos debido a las diversas regulaciones aeroespaciales de la UE. En 2013, se canceló una prueba organizada con drones por parte del grupo empresarial austriaco Scotty Group debido a que la compañía no obtuvo la licencia de vuelo del gobierno griego.
El Heron lo usan militares en todo el mundo , incluyendo los Estados Unidos, Turquía, Marruecos y la India. Sin embargo, su principal usuario es Israel. La Fuerza Aérea Israelí anunció recientemente que su flota de drones Heron aumentaría con una nueva versión del dron que presenta nuevas capacidades aún no reveladas. Israel utilizó drones Heron, armados con misiles Spike en la guerra en Gaza en 2009. Según el Human Rights Watch, el uso de drones “lleva a la pérdida de numerosas vidas civiles” debido a las “decisiones que toma Israel a la hora de fijar un objetivo”.
Las IAI cooperaron con la empresa fabricante de armas europea Airbus con el UAV Harfang, una variante del Heron. Airbus recomendó el Harfang para la vigilancia fronteriza. También anunció que el dron estaba basado en las “pruebas en combate” de Heron. Airbus, criticada por promocionar un dron que había sido “probado” por Israel en Gaza y por seguir la pista de refugiados, declaró que “son los socios tecnológicos los que deciden qué hacer con sus desarrollos”.
Las compañías militares y de seguridad israelíes promocionan regularmente sus equipos como "probados en combate " o "probados en batalla", lo que significa que se han utilizado, por ejemplo, para la ocupación de Cisjordania o el bloqueo de Gaza. En el mercado global de seguridad fronteriza, las compañías israelíes son populares por su participación en la construcción y equipamiento del muro de separación en Cisjordania.
La gran compañía de armas Elbit se basó en esto para conseguir varios contratos de seguridad fronteriza en la frontera entre México y los Estados Unidos. Esto supuso un contrato de 145 millones de dólares americanos en 2014 para construir torres de vigilancia en la frontera entre Arizona y México. En 2017, se contrató a Elbit y a Elta, una subsidiaria de las IAI, para trabajar en el proyecto infame de construir un muro en la frontera con México.
En 2015, Elta estuvo en contacto con varios gobiernos europeos en relación a su sistema “Virtual Border Patrol”, basado en el monitoreo de las redes sociales y la interceptación de las comunicaciones de telefonía móvil. Amnon Sofrin, gerente de proyectos de seguridad nacional de Elta y ex jefe de la división de inteligencia del Mossad, dijo que el equilibrio entre los derechos individuales y la seguridad nacional debe reorientarse hacia esta segunda.
Magal Security Systems, que construye una cerca fronteriza inteligente con cámaras, detectores y sensores en la Franja de Gaza, se beneficia de esto para conseguir contratos de seguridad fronteriza en Europa. Saar Koush, el CEO de la empresa, declaró: “cualquiera puede presentar un buen Powerpoint, pero pocos pueden dar a entender un proyecto tan complejo como el de Gaza, que está siendo probado en batalla constantemente”. Magal ya ha llevado a cabo proyectos de seguridad fronteriza en España, en el borde entre Bulgaria y Serbia y en el borde entre Eslovaquia y Ucrania.
La UE está volviendo cada vez más la vista hacia Israel y las empresas israelíes para la seguridad fronteriza. En este Informe de actividad anual de 2016 , Frontex indicó que ya había dado los primeros pasos en su relación con Israel, centrándose en la cooperación estratégica. En 2014, Frontex seleccionó la firma israelí BTec Electronic Security Systems para participar en su seminario de abril de 2014 sobre sensores y plataformas de vigilancia fronteriza, basándose en un correo en el que BTec se jactó de que sus "tecnologías, soluciones y productos están instalados en la frontera entre Israel y Palestina".
Israel es el único país que, pese a no ser europeo, es colaborador en la financiación de investigación de la UE para su marco de programas a 7 años. Las IAI participaron en tres proyectos de investigación para la seguridad fronteriza fundados por la UE. OPARUS, AEROCEPTOR y TALOS. La última de ellas pretendía desarrollar robots de combate adaptados especialmente para “llevar a cabo las medidas adecuadas para parar la acción ilegal de forma casi autónoma con la supervisión de oficiales de guarda fronteriza”.
En 2015, Suiza decidió comprar seis drones de vigilancia Hermes 900 desarmados de Elbit, con un coste de aproximadamente 230 millones de euros. Se optó por Hermes frente al UAV Heron "porque daba el mejor resultado en general en todos los criterios evaluados".
En 2017, se descubrió que, antes de tomar esta decisión, los oficiales suizos monitorearon pruebas con los drones Hermes en un aeródromo de los Altos del Golán en tres ocasiones diferentes. Esto iba en contra de la política oficial de Suiza, que no reconoce como parte de Israel a los Altos de Golán, un área tomada por Siria tras la guerra de 1967. Además, el pacto también fue criticado porque el Hermes 900 ya se había usado con anterioridad por Israel en la guerra de 2014 en Gaza.
Mientras tanto, el primer ministro de Israel Netanyahu, anima a Europa a tomar una postura aún más dura contra los refugiados de lo que ya lo hace. Durante una reunión con los líderes políticos de Hungría, Eslovaquia, la República Checa y Polonia, el denominado Grupo Visegrád les recomendó, en julio de 2017, cerrar sus fronteras a los refugiados de África y del mundo Árabe. Según Netanyahu, Israel es una pieza fundamental para detener la migración a Europa y la UE debería recompensar esto mostrando más apoyo hacia Israel.
Irónicamente, el ACNUR detectó recientemente que las nuevas políticas israelitas para deportar refugiados de las dictaduras de Sudán y Eritrea los llevaría a una situación en la que muchos de ellos se verían obligados a huir de nuevo, tratando así de llegar a Europa y enfrentándose a numerosos peligros, incluyendo el de atravesar o quedarse atrapados en el infierno de Libia.
Con los territorios palestinos como zona de pruebas, Israel se ha convertido en el principal productor y exportador de drones "probados en combate" a nivel mundial. La UE no debería apoyar esta estrategia de venta cínica mediante la concesión de contratos a las empresas militares israelitas como hizo recientemente Frontex. Por otro lado, la creciente cooperación con Israel y el uso de drones militares para la vigilancia fronteriza son signos del continuo crecimiento y la militarización de la seguridad fronteriza de la UE, lo cual tiene consecuencias devastadoras para los refugiados.
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