Educación alternativa para abordar la militarización en Corea del Sur

Teoría y Práctica de la Educación por la Paz Posterior a la División
Setenta años después de la división de Corea, la parte sur de la península sufre un gasto militar cada vez mayor, que arrastra a millones de coreanos a 21 meses de servicio militar obligatorio. A pesar de esta situación, el público general tiende a olvidar cómo, en la vida cotidiana, la sociedad civil en un contexto de la posguerra de Corea (1950-53) ha sido militarizada. Este artículo intenta explicar hasta qué punto la cultura militarizada ha impactado en la sociedad y cómo los prolongados efectos de la guerra de Corea han atraído a la sociedad hacia una espiral dominante de violencia. En particular, este artículo se centra en la manera en que el sistema de reclutamiento ha formado, de manera constante, la cultura coreana en una manera militarizada y cómo la educación basada en la seguridad ha sido usada como un instrumento de manipulación y militarización de la sociedad coreana. Finalmente, examina un caso del Proyecto de Educación por la Paz MOMO (PEACEMOMO), una organización de la educación por la paz con sede en Corea del Sur, que ha diseñado un curso de educación alternativa como parte de su programa Enseñanza por la Paz en pos de la desmilitarización: la Teoría y Práctica de la Educación por la Paz Posterior a la División.
Para muchos, puede que Corea del Sur parezca un país tan militarizado como aquellos inmersos en guerras civiles y conflictos armados de baja intensidad. Pero, si lo examinamos más detenidamente, uno puede identificar el legado heredado de la militarización en el país. Según SIPRI's1 Base del Gasto Militar en 2016, Corea del Sur tiene el 10º gasto militar más alto del mundo. Además, se espera que casi todos los hombres coreanos hagan el servicio militar. Al menos un varón en cada familia tiene una experiencia directa del servicio militar y se pueden encontrar hombres que hayan servido en el ejército en cada escuela y lugar de trabajo. Si una persona completa su servicio militar, a menudo recibe elogios por haber cumplido con su deber de proteger “nuestro” país. Cumplir con el servicio militar es un requisito para tener una vida social y profesional plena. Por otro lado, si un individuo no es apto para servir o rechaza el servicio militar, es etiquetado por la sociedad como un “cobarde” o incluso como un “traidor”. En otras palabras, los hombres que han cumplido con su deber del servicio militar tienden a ganar ventajas sociales y una posición superior en Corea comparado con aquellos que no han asumido su obligación de proteger al país, incluidas las mujeres. Debido a que todo el mundo está afectado por el servicio militar, su cultura se ha arraigado en la sociedad. Los efectos de una sociedad militarizada son muchos; van desde una masculinidad jactanciosa hasta la aplicación de fuertes relaciones jerárquicas. La militarización de la sociedad también lleva al autoaislamiento, el patriotismo nacional, “otras-isaciones” de los coreanos del norte y evita el desarrollo pleno de las personalidades individuales. A lo largo del tiempo, estas características han sido implementadas en la sociedad coreana y su cultura militarizada ha favorecido la aparición de varias formas de violencia dentro de la sociedad. Estas injustas y violentas relaciones de género no son solo el resultado de una sociedad militarizada; sin embargo, el militarismo refuerza estas características sociales ya existentes y favorece su reproducción.
En todos los sitios donde la militarización de la cultura se ha afianzado, el sistema educativo ha favorecido la reproducción de la militarización incluida la educación del patriotismo (amor por la patria). En marzo 2011, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, y la Federación Coreana de Asociaciones de Profesores firmó un Memorando de Entendimiento (MoU, por sus siglas en inglés) que establece que los programas de educación tienen que “promover las opiniones legítimas de un país y la concienciación sobre la seguridad”. A través de este MoU, la educación del patriotismo como una educación participativa en la seguridad nacional no solo promociona activamente sino que también alienta el establecimiento de colegios privados —que introducen a los estudiantes las principales características de la vida militar—. También la mayoría de los profesores seleccionados eran oficiales militares en activo o ex militares y a menudo usaban contenidos sesgados o materiales visuales crueles para mostrar la realidad de Corea del Norte. La educación continuamente exhortaba a la población a protegerse contra “nuestro” enemigo: Corea del Norte. Los activistas por la paz criticaron los contenidos de estos programas de educación y llevaron a cabo campañas para suprimir la educación de patriotismo. Afortunadamente el gobierno actual cortó dramáticamente su presupuesto para la educación de patriotismo en 2017 pero todavía necesita ser abolido en su totalidad e hicimos campaña para concienciar de la naturaleza problemática de este programa dentro del público general.
Para abordar esta cuestión, en 2017 PEACEMOMO lanzó un programa nuevo: Teoría y Práctica de la Educación por la Paz Posterior a la División. Atrajo a mucha gente como profesores de escuelas públicas, educadores y activistas que trabajan en la reunificación y la educación relacionada con esta cuestión, pero también a estudiantes y aquellos interesados y que sienten curiosidad por el programa de PEACEMOMO. El programa, que se centra en la educación por la paz posterior a la división, intenta analizar cómo la partición moldeó la vida diaria para ambos géneros a través del reforzamiento de la militarización dentro de la sociedad. También intenta exponer lo qué no se ha enseñado sobre la partición y cómo se ha usado la educación para promover la militarización. Más aún, ofrece la oportunidad a los participantes de diseñar actividades de la “educación por la paz posterior a la división” haciéndoles participar en talleres sobre el legado continuado de la partición. Comparado con la educación general en Corea, que se centra en la reunificación desde una perspectiva nacionalista, el enfoque de PEACEMOMO es sustancialmente diferente.
El programa dura seis semanas y ofrece seminarios y talleres para que los participantes sean capaces de aplicar los principios de la educación por la paz en su vida cotidiana. Además, PEACEMOMO tiene planes para desarrollar un curso de formación para profesores y personas que están interesadas en convertirse en facilitadores especializados en la educación por la paz posterior a la división. De este modo, PEACEMOMO está interesado en desacreditar la actual cultura arraigada de la militarización a través de inculcar los principios del activismo por la paz. PEACEMOMO también aprovechó la oportunidad de la inauguración de la administración de Moon Jae-In, ya que el gobierno de Moon aspira a tener una relación constructiva con Corea del Norte. Como PEACEMOMO, muchos grupos cívicos o por la paz tienen más oportunidades de ser escuchados en las relaciones cambiantes entre las dos Coreas.
Para hacer frente a la cultura de la militarización en Corea, PEACEMOMO ha estado intentando llevar a cabo formas alternativas y creativas de aprender sobre la paz a través de la implementación de su propia pedagogía. La pedagogía P.E.A.C.E (Participativa, Intercambio, Artístico-Cultural, Creativa, Extraña) de PEACEMOMO, estaba inspirada por el concepto de la “pedagogía crítica” y sigue el principio central de “todos aprendemos de los demás”. Nuestra organización cree firmemente que los programas y actividades de PEACEMOMO deberían consistir en una variedad de expresiones corporales y emocionales e intercambios, que hacen la paz de aprender muy segura, acogedora y creativa, con relaciones equitativas entre los facilitadores y los participantes, y muy divertida. Más aún, los talleres y cursos son llevados a cabo por uno o más facilitadores y están orientados hacia los participantes. Están diseñados para identificar y reconocer la violencia directa, estructural y cultural en la sociedad coreana. A través del uso de programas participativos, se alienta a los participantes a construir los instrumentos analíticos para superar las diferentes formas de violencia social a través de la implementación de la paz positiva en su vida cotidiana. La organización ha conducido programas con profesores, educadores, jóvenes, estudiantes y activistas para desmontar la militarización y expandir el alcance de la sensibilidad de la paz.
Desafiar la militarización es una tarea muy difícil, ya que parece ser la característica propia de la cultura social coreana. Para superar este problema estructural, es fundamental que los coreanos reconozcan como la partición ha permitido la aparición de la militarización de generación en generación. El lanzamiento de la Teoría y Práctica de la Educación por la Paz Posterior a la División de PEACEMOMO es un paso importante hacia el logro de una sociedad menos conflictiva. Busca desde el principio unir las manos con otros movimientos que rechazan la militarización de la península coreana.
1 Stockholm International Peace Research Institute
Mantente al día de nuestro activismo antimilitarista internacional.
Añadir nuevo comentario