Australia: se acusa al gobierno de gastar más dinero de lo necesario en vehículos construidos por Thales
Traducido por Matilde Gómez Sánchez
En Australia, el gobierno en coalición está siendo acusado de ceder ante la presión ejercida por la empresa armamentística francesa Thales y de invertir dos veces más fondos de lo necesario en una nueva flota de vehículos de combate.
Los documentos conseguidos por el periódico The Guardian revelan que Thales se “ofendió” cuando el auditor general australiano, Grant Hehir, descubrió que Australia podía ahorrarse cientos de millones de dólares al comprar vehículos militares a EE. UU. Tras una presión constante, Australia, finalmente, decidió pagar 1,3 mil millones de dólares por 1 100 vehículos Hawkeis construidos en Bendigo, en el sur de Australia.
Thales insistió en que el fiscal general del Estado, Christian Porter, hiciera uso de sus “extraordinarios e inauditos poderes” para ocultar secciones del informe. En concreto, Thales pidió que se eliminaran del informe seis párrafos clave que explicaban que Australia podía comprar vehículos similares a EE. UU. por la mitad de dinero. Thales argumentó que dichos párrafos podrían afectar a la comerciabilidad de Hawkeis. Porter accedió y eliminó los seis párrafos del informe original porque podrían haber ejercido un impacto negativo en los intereses comerciales de Thales y podría haber amenazado la defensa y seguridad nacional del país. Esto sucedió a pesar de que el autor del informe original hubiera trabajado con el departamento de defensa australiano para asegurarse de que el informe no contenía nada que pusiera en peligro la seguridad nacional.
Como respuesta, Thales señaló que el informe original se basaba en un análisis y unas estadísticas erróneas y que no cumplía las normas de auditoria como que los vehículos Hawekis no podían compararse con la alternativa barata. Asimismo, el informe no tenía en cuenta el valor de las ventas de exportación o el beneficio para la economía local, ya que se habían generado 400 puestos de trabajo con la fabricación de los Hawkeis en Bendigo. Hehir ha negado que la calidad de su trabajo fuera “sospechosa”.
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