United States of America

Isham Christie

Desde que tuvo lugar el brutal desalojo del campamento de Ocupa Wall Street en la Plaza de la Libertad, existen muchas dudas sobre el futuro del movimiento. El desarrollo rápido del Movimiento supuso dos meses de acciones casi constantes, arrestos y actividad. Lo que construimos durante esos dos meses, desde el 17 de septiembre hasta el 17 de noviembre, está pasando a ser un movimiento a largo plazo. Una manera importante de avanzar es coordinando todos los movimientos de ocupación. Puesto que el Movimiento de Indignados abarca todo el planeta (incluyendo Japón, Pakistán, Corea del Sur, Brasil, Canadá, etc.) está empezando a emerger un fuerte sentimiento de solidaridad internacional. Y son estos vínculos políticos y personales los que están sentando las bases para una transformación de la solidaridad mundial y el trabajo contra las guerras.

“¿Qué harías si llamara a tu puerta alguien con una taza en la mano pidiéndote una ayuda para comprar pistolas para matar a un grupo de gente que no les gusta?”
— Wally Nelson

Wally Nelson fue un resistente durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los muchos pacifista de EEUU que no sólo se negó a matar, sino que tampoco quería dar dinero para ello. En 1942, Ernest Bromley se negó a comprar una “póliza de defensa” para su coche porque el dinero iba a la guerra, y el gobierno de EEUU le llevó a juicio. Se pasó 60 días en la cárcel por 7,09$ y pagó una multa de 25$ impuesta por el tribunal.

En diciembre de 2010, el senado de EEUU votó para rechazar la política de “no lo preguntes, no lo digas” (DADT, por sus siglas en inglés) introducida por el entonces presidente Bill Clinton en 1993 en relación con gays y lesbianas en las fuerzas armadas. El presidente Obama firmó el decreto el 22 de diciembre de 2010. Aunque la proposición de ley no será aplicada de forma inmediata, ya está siendo aplaudida como una gran victoria para gays y lesbianas en los EEUU.

Por Stephanie Atkinson

No soy objetora de conciencia. No soy alguien que haya tenido que defender sus creencias de negarse a participar en la guerra. Soy alguien que cuando fue llamada a filas para participar en una guerra que consideraba injustificable por muchas razones, se negó a hacerlo. Me convertí en una desertora del Ejército estadounidense por mi oposición a la Operación Tormenta del Desierto. Soy sólo una más en un largo historial de resistentes a la guerra, pero estoy orgullosa de aquella decisión, de haberme negado a participar en aquella guerra.

En Estados Unidos el ejército se profesionalizó en 1973, por lo que en la actualidad se compone de personal voluntario. Existe un sistema sólidamente diseñado para captar a gente joven; la financiación anual para los programas de reclutamiento y retención pasó a ser más del doble del 2003, con $3.400 millones, al 2007, con $7.7000 millones. Hoy en día, las mujeres constituyen el 15% de las fuerzas, casi medio millón de los tres millones de militares en las fuerzas armadas combinadas. De los efectivos desplegados en Irak y Afganistán, el 11% son mujeres [1].

Katherine Jashinski

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Soy una SPC en el Ejército de la Guardia Nacional de Texas. Nací en Milwaukee y tengo 22 años. A la edad de 19 me enlisté en la Guardia como cocinera porque queria experimentar la vida militar. Cuando me enlisté yo creía que matar era inmoral, pero también que las guerras eran una parte inevitable de la vida, por lo tanto, una excepción a la norma.

Tina Garnanez

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"Yo era una Nativa perdida". Tina Garnanez reflecciona sobre su tiempo en el Ejército.

Tina creció en una reserva Navajo y trabajó en la educación pública en Farmingtono, Nueva Mexico. Siendo la única hija de cinco niños criados por una madre soltera, Tina se enlistó cuando tenia 17 años, para obtener dinero para el bachillerato.

"Yo quería asistir al bachiller y sabia que, entre la situación de mi familia y siendo parte de la reserva de Americanos y Americanas Nativas, tenia pocas opciones para alcanzar una educacion de bachiller."

Woodrow Wilson introdujo la Ley
de Conscripción [1] en Estados Unidos, que afectaba a todos los
hombres de 21 a 30 años de edad. Popularmente, se la conoció como
el servicio militar o la leva. Suscitó una resistencia impresionante
en los colectivos obreros, pacifistas y progresistas. Miles de
personas fueron encarceladas y algunas torturadas.

El Fondo Marshall Alemán de los Estados Unidos realiza anualmente una encuesta sobre las “tendencias transatlánticas” más importantes, la cuales pueden brindarnos algunas lecturas interesantes. Una de las preguntas es: “Por favor dinos hasta qué punto estás de acuerdo con el siguiente enunciado: bajo ciertas condiciones, la guerra es necesaria para obtener justicia.” (Q29.2). Las respuestas son reveladoras (ver el gráfico).

Antecedentes

En abril de 2009, el presidente Barack Obama declaró en Praga que implicaba a EEUU en una visión de un mundo libre de armas nucleares. Su visión fue bienvenida casi universalmente, y, finalmente, premiada con el Premio Nobel de la Paz.

Desde entonces, ha quedado claro que la visión del presidente no está provocando un cambio en la política nuclear de EEUU. En vez de esto, las cosas se han puesto, como dice Alicia en el País de las Maravillas, curiosas curiosas. El camino a un mundo libre de armas nucleares, cree al parecer el presidente, pasa primero por el mayor aumento en inversión en armas nucleares en la historia – el presupuesto para la producción de armas casi se doblará, hasta los 13000 millones de dólares, en los próximos cinco años.

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