¿Quienes son los speculadores de la guerra?

Hay muchas maneras de lucrar de la guerra ¡Algunos dicen que incluso de las llamadas .intervenciones de paz. se obtienen beneficios económicos! Los especuladores de la guerra de quienes hablamos, son compañías que poseen estrategias para organizar matanzas de los conflictos armados.

Los proveedores convencionales de los ejércitos.

Son tres las categorías principales que distinguimos aquí: las empresas vendedoras de armas, los proveedores de equipamiento y las empresas que ofrecen diversos servicios a los ejércitos.

Los vendedores de armas no deben subestimarse. La guerra para ellos no es sólo un mercado donde se consumen sus .bienes., sino que un espacio gratuito de publicidad para sus productos. Actualmente, las principales compañías vendedoras de armas son Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Raytheon y General Dynamics en los Estados Unidos; y BAE Systems, Thales y EADS en Europa.

Otros proveedores también obtienen beneficios de las guerras o de un conflicto armado en particular. Resulta evidente -por ejemplo- que Caterpillar, la compañía norteamericana de maquinaria pesada, no vendería jamás tanto equipamiento al ejército israelí si no fuera por el conflicto entre el Estado de Israel y los palestinos, lo cual implica la demolición de casas y la erección de un muro de segregación (apartheid).

La logística y los servicios destinados a los ejércitos, son aspectos claves de cualquier operación militar. Hoy en día, estos son controlados por compañías multinacionales sedientas de contratos. Cuando PWC Logistics gana licitaciones de trans-porte aéreo con el ejército norteamericano (sobre 1.500 U$ millones en 5 años) o de abastecimiento de alimentos (más de 14 mil U$ millones en 4 años), se comprueba la relación directa con la guerra en Irak y en Afganistán. Los beneficios netos (ganancias) de esta compañía aumentaron de 32 U$ millones a 336 U$ millones entre los años 2002 y 2004. Sodexho (servicios de catering y alimentación) podría no ser, en un sentido estricto, un especulador de la guerra por proveer comida a las 55 bases de los US Marines, pero definitivamente lo es cuando apoya al ejército francés, a la fuerza de paz de la ONU en Kosovo, a la OTAN en Kabul y a las fuerzas de Estados Unidos en Corea del Sur, además del 379 escuadrón expedicionario en Qatar. .En un año, gracias a los asuntos globales (como la guerra en Irak.), el mercado creció fuertemente., dice Andrew Leach, director de administración de servicios de defensa de Sodexho. Con conflictos de larga duración teniendo efectos sobre el personal militar, quien obviamente no está feliz de mantenerse tanto tiempo alejado de casa, Sodexho ha desarrollado, junto al cuerpo de US Marines, la Academia Messhall, destinada a preparar a los civiles para la vida militar y mantenerlos ajustados a sus tareas durante la extensión indefinida del servicio.

Privatizando el ejército

Las compañías privadas también hoy proveen servicios que eran tradicionalmente exclusivos de los ejércitos -particularmente la seguridad- como los servicios técnicos, de inteligencia o de personal de vigilancia. Los últimos constituyen la versión moderna de los mercenarios. Los sistemas tecnológicos integrados también son provistos por las empresas vendedoras de armas, como por ejemplo Thales, Lockheed Martin, Northrop Grumman, así como las tecnologías de la información son provistas por compañías como Analytical Services Inc, Computer Sciences Corporation and Electronic Data Systems Corporation. Otras compañías especializadas en inteligencia entregan sus sistemas tecnológicos incluyendo a expertos en inteligencia, seguridad y antiterrorismo (la mayoría de ellos retirados de servicios de inteligencia gubernamentales o unidades de comando).

Por ejemplo, el Comando de Inteligencia y Seguridad del ejército norteamericano hizo acreedor de un enorme contrato de 155 U$ millones a CACI Internacional Inc, para proveer tecnología a los comandos en el campo de batalla con el objetivo de recolectar información de inteligencia e interrumpir las comunicaciones enemigas. La organización Corporate Watch descubrió que funcionarios priva-dos trabajaron como interrogadores en la prisión de Abu Ghraib. Incluso el equipo de seguridad de Paul Bremmer no fue provisto por el ejército estadounidense, sino que por el staff de Blackwa-ter Security. Otro ejemplo es el de Vinnel Corporation, que está a cargo del entrenamiento de la Guardia Nacional Saudita. La mayoría de las compañías que proveen de seguridad y de entrenamiento a las fuerzas armadas, también ofrecen sus servicios a otras empresas que trabajan en las regiones en conflicto. PSC Defense Systems Ltd. (parte del grupo Amor) protege los intereses de BP Amoco en Colombia. Esta protección incluye la selección y el mantenimiento del armamento para el país anfitrión. De acuerdo a un informe de defensa de Moscú (enero 2005), es de esta forma como BP financia las armas para el ejército colombiano. En Angola, Air Scan . que está conectada con PSC Defense Systems- posee un contrato con Texaco Chevron para proteger los depósitos locales de petróleo de los insurgentes en el enclave de Cabinda. En el más alto nivel de la seguridad privada y otros servicios relacionados con la seguridad, algunas compañías también ofrecen buscar y neutralizar minas y munición abandonada después de finalizada la guerra. Uno puede presumir que tales servicios son específicamente provistos por razones económicas y no humanitarias.

¿Destrucción? ¡Reconstrucción!

Una vez que las bombas han destruido la infraestructura, algunas empresas son contratadas para reconstruir el país. En este juego, Halliburton . y su subsidiaria Kellog, Brown y Root- ganaron el gran premio en Irak. La infraestructura incluye también los centros de detención donde el ejército estadounidense mantiene sus prisioneros. Bechtel (ingeniería y construcción) no pierde tampoco al lograr un primer contrato por U$ 680 millones, que fue seguido por otro de U$ 1.800 millones compartido con Parsons y Horne Engineering. Halliburton obtuvo también U$ 900 millones de contratos del gobierno norteamericano en otras partes del mundo como Afganistán y los Balcanes. En Afganistán, la compañía francesa Alcatel es uno de los proveedores principales de sistemas de comunicaciones. La empresa productora de concreto Lafarge compró todas las plantas productoras de cemento en Serbia. A causa de la urgencia por reconstruir la infraestructura devastada por la guerra, los contratos tienen, a menudo, un sobreprecio, lo que motiva el ingreso de muchas compañías a este mercado.

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