Suiza

Cuando en algunos países se ha reconocido la objeción de conciencia y en otros se sigue encarcelando a los objetores de conciencia, algunos gobiernos están considerando introducir el servicio militar obligatorio para las mujeres encubriéndolo con discursos de igualdad de género y antidiscriminación. Este ha sido el caso en los últimos años en países como México, Colombia y Estados Unidos y más recientemente en Corea del Sur y Suiza.

A finales de septiembre, los ciudadanos suizos participaron en un referéndum en el que se les preguntó si el Estado debía comprometerse a gastar 6.000 millones de francos suizos (6.490 millones de dólares) en una flota de nuevos aviones de combate. El plan de gastos fue aprobado por sólo 9.000 votos, es decir, el 50,1% de los tres millones de votantes que participaron.

Promover la paz y los derechos humanos es un punto prioritario de su política exterior. No obstante, la coherencia no parece ser un valor muy apreciado en el pequeño país alpino; no solo invierten las instituciones financieras suizas (tanto bancos privados y públicos como aseguradoras o fondos de pensiones) miles de millones de francos suizos en empresas armamentísticas de todo el mundo, sino que también se usan armas y tecnología militar de origen suizo en muchos conflictos.

En tanto Suiza tolere el comercio de armas, las inversiones financieras a la fabricación de armas y la investigación militar en universidades, el país continuará siendo parcialmente responsable por las guerras y conflictos del mundo. 

Las empresas de armas prosperan en la inestabilidad global y la incitación al miedo pues esto les permite vender más armas y artículos militares y tener ganancias. Sin embargo, esta lógica se puede revertir: es la propia existencia y distribución de armas y artículos militares lo que en realidad causa inseguridad global. 

Activistas suizos han estado protestando contra la compra de drones (aviones de combate no tripulados) de la empresa israelí Elbit Systems. El 25 de mayo, un grupo de activistas bloqueó la entrada a uno de las mayores bases militares de Suiza, donde miembros del parlamento suizo planeaban asistir a la demostración del dron Hermes 900. Ésta fue solo una de las acciones emprendidas por el Grupo por una Suiza sin Ejército (GSoA) durante la última sesión del parlamento suizo.

Nina Regli

Las guerras de Afganistán e Iraq llegaron a Suiza este año: un diario suizo informó que Aegis Defence Service, una de las mayores empresas de seguridad privada, había abierto una base en Basilea. Aegis Defence Service, con sede principalmente en Londres, emplea a 20.000 mercenarios en Iraq y Afganistán los cuales típicamente trabajan bajo contrato para el ministerio de defensa de EEUU.

El GSsA (Grupo para una Suiza sin Armas), la sección suiza de la Internacional de Resistentes a la Guerra, ha puesto en marcha una nueva campaña para un referéndum para abolir el servicio militar obligatorio en Suiza. La campaña está dirigida a modificar el artículo 59 de la Constitución suiza, que es la base legal para la conscripción en el país.

El 68% de los votantes suizos rechazó el domingo la prohibición de exportar armamento a la vez que más del 50% apoyaba la prohibición de construir minaretes

Un voto de desconfianza respecto al Consejo Federal

El Grupo para una Suiza sin Ejército (GSsA) considera que el porcentaje importante de SÍ en favor de la iniciativa “para la prohibición de exportar material de guerra” constituye una expresión clara

¿Queso o tanques?

Placheolder image

Suiza votará el 29 de noviembre una enmienda constitucional para prohibir todas las exportaciones de armas. El electorado suizo todavía oscila entre su ideal de neutralidad pacífica y los intereses económicos de la industria militar. .

Suscribirse a Suiza