"Some one is making a killing from war"

El compromiso de la IRG no se limita a resistirse a la guerra sino que también promueve la acción no violenta para eliminar las causas de la misma. Ésta es una de las razones por las que parte del nuevo programa de no violencia será una campaña contra los especuladores bélicos, además de seguir promoviendo nuestra apuesta por la no violencia y el antimilitarismo, a partir de la máxima fundamental de la IRG de que .la guerra es un crimen contra la humanidad. Por ello no voy a respaldar ningún tipo de guerra y pondré todo mi empeño en eliminar las causas de la misma..

La especulación bélica es un rasgo permanente del panorama militar. No se trata tan sólo de que la avidez de beneficios fomente las guerras. La rivalidad militar siempre ha ido acompañada de la movilización industrial y tecnológica para la guerra, y ha alcanzado nuevas cotas en la segunda mitad del siglo XX. Aquellos que se benefician de la guerra constituyen un poderoso lobby a favor del gasto militar y las iniciativas bélicas. Para combatir su influencia es necesario identificar y sacar a la luz sus actividades e intereses.

Aquellos que dependen del trabajo relacionado con la guerra para su sustento necesitan apoyo para desarrollar alternativas útiles a la sociedad. Al adoptar este tema para sus campañas, la IRG no duplicará la labor de otros grupos.

Muchos países ya cuentan con organismos que han investigado en profundidad a sus especuladores bélicos. Existen, además, redes internacionales, ya sea por medio de vínculos formales como la Red Europea contra el Comercio de Armas (ENAAT en sus siglas en inglés) o a través de contactos eficaces para movilizar acciones internacionales, por ejemplo en ferias de armamento.

Con esta campaña, la IRG quiere sumarse a la labor de sus afiliados y otros grupos con los que colaboramos. En algunos casos, ciertos miembros de la IRG tienen un mayor contacto entre ellos a través de redes regionales o monográficas que a través de la propia IRG, y así es como debe ser. ¡Nada de monopolios! Sin embargo, estamos convencidos de que nuestra campaña puede sumarse al impulso que ya existe, estableciendo contactos que de otro modo se desaprovecharían, ofreciendo un foro para el intercambio de tácticas y estrategias, y aumentando la colaboración en temas comunes.

Al considerar la guerra un crimen contra la humanidad, la IRG apuesta por el fomento de la no violencia para eliminar las causas de la misma.

Los especuladores y líneas de acción

Los financieros de la guerra:

Nosotros . el público . contribuimos a la financiación de la guerra con nuestros impuestos y por el uso que los bancos dan a nuestro dinero. La oficina de la IRG y numerosos afiliados de la misma ya están promoviendo la objeción fiscal como método de sensibilizar a la opinión pública al respecto.

En algunos países, los grupos de la IRG también han empezado a estudiar el papel que desempeñan los bancos al utilizar el dinero de sus clientes para invertir en la industria armamentística. Tal vez donde más adelantados vayan en este sentido sea en Bélgica, donde una campaña en la que participa nuestra sección de Flandes, Forum voor Vredesactie, ha provocado una gran conmoción. El proyecto .Mi dinero, ¿conciencia limpia?. ha elaborado dos contundentes informes que sacan a la luz la inversión militar de cinco grandes bancos belgas.

En el estado español, el KEM-MOC del País Vasco está realizando una campaña contra el BBVA . Banco Bilbao Vizcaya Argentaria . con acciones en sus sedes en Bilbao y en las asambleas de accionistas. Como primer paso, el grupo MOC-Carabanchel de Madrid, ha confeccionado una pegatina destinada sobre todo a los cajeros automáticos, un billete de 50 que reza: .Sus ahorros financian la guerra. Infórmese en su banco.

En el pasado, algunos bancos han sido objeto de campañas para que los clientes retiren sus fondos. Una de las campañas de mayor éxito tuvo lugar en el Reino Unido, dirigida contra el banco Barclays por sus conexiones con el apartheid de Sudáfrica. Cuando comenzó la campaña, Barclays atraía a más de la mitad de cada promoción de estudiantes a abrir cuentas en su banco, pero poco a poco la cosa fue cambiando. No sólo se dio una reducción espectacular de estudiantes que abrían cuentas, a lo largo de una campaña de 16 años, sino que muchas personas y entidades como iglesias, sindicatos o ayuntamientos también cerraron sus cuentas hasta que Barclays vendió sus participaciones en Sudáfrica.

Los fabricantes

Los fabricantes de armas cuentan con beneficios seguros, especialmente si participan en proyectos internacionales como el EuroFighter. Varias secciones de la IRG, por ejemplo en Alemania, Francia y España, están llevando a cabo campañas contra este proyecto. Además de las garantías que se les ofrecen en los contratos, estas empresas se benefician de subvenciones de los gobiernos nacionales e incluso regionales. KEM-MOC ha hecho público que Sener, un fabricante de componentes militares, recibe subvenciones del gobierno vasco.

Se han llevado a cabo algunas acciones espectaculares en fábricas de armamento, y en algunas incluso se llegó a entrar en las instalaciones para estropear las armas. Tal vez la más conocida sea la de unos activistas del grupo Ploughshares que perjudicaron al avión británico Hawks. Uno de los elementos que colocaron en la cabina fue una cámara de vídeo que reveló que Indonesia había utilizado Hawks en Timor Oriental. La exhibición del vídeo en un tribunal de justicia ayudó a convencer al jurado de que los activistas estaban intentando impedir un crimen mayor. Algunos fabricantes de armas también fabrican productos de consumo y pueden ser objeto de campañas de boicot. Además, varias campañas se han dirigido a los empleados, para hablar de cómo sus conocimientos y habilidades podrían contribuir a la manufactura de productos socialmente beneficiosos en lugar de componentes armamentísticos.

En diversos países, grupos antimilitaristas han adquirido acciones para poder asistir a las asambleas anuales de accionistas y presentar en ellas sus puntos de vista, mientras otros se dedican a identificar entidades accionistas que puedan abrigar reparos sobre la fabricación de armas, como por ejemplo iglesias y sindicatos. En ocasiones, algunos grupos de estudiantes han organizado una .cálida recepción. para este tipo de empresas cuando acuden a las universidades para reclutar nuevos licenciados. War Resisters. League (WRL), de EE UU, tiene una estrategia anti-reclutamiento, centrada en las iniciativas de Halliburton en las universidades para reclutar empleados.

Los "contratistas" o "multiplicadores de fuerzas"

En Irak, los empleados extranjeros de contratistas privados superan en número a cualquier contingente militar nacional, excepto el de EE UU. A escala mundial, en los últimos años hemos asistido al surgimiento de contratistas privados como Dyncorps, Halliburton, Saab, Serco y Sodexho, que prestan todo tipo de servicios al ejército. Hoy por hoy, las líneas de acción contra estas empresas consisten principalmente en investigar y difundir entre la opinión pública el papel que desempeñan estas compañías. La WRL ha creado un foro de debate llamado .Mercaderes de la guerra. que presta especial atención a dichos contratistas.

Puesto que la mayoría de empresas dependen exclusivamente de los contratos de los gobiernos, las perspectivas para boicots u otras acciones dirigidas al consumidor tienen un alcance limitado. Sin embargo, algunos grupos antimilitaristas están adquiriendo acciones con el fin de poder intervenir en la asamblea de accionistas. La Aldermaston Women's Peace Camp(aign) ha iniciado una campaña de accionistas contra Serco (parte del consorcio que gestiona la planta de Aldermaston, que está siendo ampliada para acoger a la nueva generación de armas nucleares en Gran Bretaña).

Ferias de armamento

Las exposiciones en las que las empresas del sector militar exhiben sus nuevos productos se han convertido en el objetivo de una amplia e imaginativa gama de acciones, especialmente por el hecho de que este tipo de convenciones suelen durar varios días. La DESi de Londres, la AFCEA de Bruselas y la EuroSatory de París son tres ferias que han sido objeto de acciones antimilitaristas en varios países europeos. A la vez que muchas acciones tienen lugar en las calles o incluso en las líneas de metro que llevan a la feria, activistas disfrazados de diferentes maneras han conseguido acceder a las ferias para denunciar lo que se está llevando a cabo en ellas. A veces, las campañas previas a la celebración de la feria han logrado que los ayuntamientos retiren su colaboración y, en algunos casos, incluso que se llegaran a suspender.

Howard Clark, Miembre del Consejo de la IRG

Traducido desde el inglés por Matias Mulet

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