Editorial

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Los sucesos en Medio Oriente y África del Norte han mostrado como los gobiernos que ignoran los derechos humanos para apoyar y vender armas a regímenes autoritarios no son sólo hipócritas e inmorales, sino también, en términos de realpolitik limitados. Ahora los políticos se retuercen, sin embargo, no tuvieron verguenza cuando en el pasado fueron empujados a realizar acuerdos bochornosos.

Nuestra critica a los comerciantes de armas y especuladores de la guerra no es en retrospectiva, el autoritarismo y la represión no son el camino a la estabilidad y claramente tampoco a la justicia. En tiempos como estos, cuando la estupidez letal de estos negocios de guerra aparece expuesta, campañas contra el comercio de las armas y la especulación de la guerra cuenta con una gran oportunidad.

Recordando la cuarta Regla para Radicales de Saul Alinsky - "poner al enemigo contra el muro de su propio evangelio. Por ahí lo podéis pillar, porque no podrá seguir respetando sus propias reglas como la Iglesia no puede vivir su cristianismo...." un importante paso es insistir que los gobiernos acaten las declaraciones que han firmado. Muchos gobiernos han refrendado convenciones internacionales sobre el comercio de armas y la importancia de aplicar los estándares de derechos humanos, los cuales ignoran al instante que estos entran en conflicto con los intereses económicos del país. El comercio con Libia es un claro ejemplo de esto, como bien lo manifiesta el artículo de Jordi Calvo. Esta hipocresía parece ser noticia hoy, pero hoy la verdad ya es muy tarde, el comercio de armas necesita de un constante monitoreo, apoyado por campañas de presión de largo aliento. La señal "!Peligro! Violación a los Derechos Humanos" tiene que estar presente en cada feria de armas, como las recientes en Bangalore, India y Abu Dhabi. Tenemos que construir coaliciones que incluyan a quienes se oponen a la producción de armas en sus propios países con quienes sufren del uso de estas.

Incluso así... esto no será suficiente.

Mientras vemos la escala en que empresas y gobiernos están dispuestos a burlar las restricciones que ellos mismo han acordado, es difícil el no concluir que mientras exista el comercio de armas, estas siempre llegarán a destinos "peligrosos". La única vía para garantizar que esto no suceda, es que luchemos por terminar con toda la producción y exportación de armas. Sí, llámame un utópico, pero en realidad estoy siendo bastante realista, no hay forma que podamos tener una "industria de armas segura".

Los sucesos recientes también han mostrado la importancia de conectar con la sociedad civil de los países donde armas están siendo usadas. El apoyo de la IRG a objetores de conciencia en Egipto es un paso en esta dirección. El reunir a activistas de todo el mundo contra los especuladores de la guerra para construir alianzas es uno de los objetivos del trabajo de la IRG. Como parte de este trabajo, la IRG se ha unido con la Red Europea Contra el Comercio de Armas para organizar un seminario internacional bajo el titulo: "Especuladores de la Guerra y Respuestas del Movimiento de Paz" donde los anfitriones serán Justicia i Pau (Centre Delàs) y la Fundación per la Pau, y tendrá lugar en Barcelona entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre. Si estas de acuerdo en la necesidad de una Red Mundial contra los Especuladores de la Guerra !por favor ven a Barcelona!

El Especulador del Mes merece una mención especial, ya que por primera vez no nos enfocamos en una empresa específica, sino en un proyecto económico que afectará la vida de los habitantes de Papua Occidental. Me gustaría agradecer a Rosa Moiwend por su contribución para esta edición.

Javier Gárate

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