Colombia: Movimiento antimilitarista expresa su rechazo ante la violencia sexual a niña indígena perpetrada por soldados del ejército
La Internacional de Resistentes a la Guerra comparte y apoya el comunicado del movimiento antimilitarista de Colombia en rechazo a la violencia sexual perpetrada por soldados del ejército a niña perteneciente al pueblo indigena Emberá Katío.
En Colombia estamos profundamente dolidos por el atroz delito de una violación de una niña indígena de 12 años por parte de 7 militares que estaban prestando el servicio militar obligatorio. Los cargos penales que le ha dado la Fiscalía a estos militares sugieren que la violación colectiva tuvo consentimiento de la niña, algo totalmente aberrante.
El movimiento antimilitarista de Colombia expresa su absoluto rechazo
Frente a los actos aberrantes de violencia sexual perpetrados por militares del batallón San Mateo, dirigidos a una niña de 12 años, indígena del pueblo Emberá Katío en Risaralda (Colombia)
El militarismo es una de las expresiones más violentas del patriarcado. La presencia militar de ejércitos, tanto legales como ilegales, ejemplifica a la perfección una relación de dominación estructural y de opresión violenta, contra el territorio como sujeto de derechos, contra las comunidades habitantes y cuidadoras del territorio, y dentro de las comunidades contra las niñas y las mujeres, cuya posición se encuentra en el último eslabon de la cadena del poder; más aún, cuando ellas son atravesadas por múltiples interseccionalidades, como ser niña, mujer, indígena y pobre,que limitan, o definitivamente, suprimen el goce efectivo de sus derechos.
Esta es una grave violación a los derechos humanos de las mujeres, de las niñas, y a los derechos territoriales étnicos de las comunidades indígenas, no es competencia de la justicia penal militar por lo cual exigimos que estos victimarios sean sometidos a la jurisdiccion especial indígena y luego a la justicia ordinaria.
La violencia sexual hacia niñas y mujeres indígenas por parte de actores armados es un secreto a voces y es una práctica sistemática que se ha invisibilizado por intereses políticos y económicos que se sustentan en la impunidad a costa de la vida y la integridad de nuestros cuerpos.
Abrazamos en su dolor a la familia de la niña, al movimiento de mujeres y al movimiento indígena, quienes sufren sistemáticas agresiones por razones de sexo y étnia.
Firmado por:
ECAP, Proyecto Objeción de Conciencia y Prevención del Reclutamiento, RAMALC, Convergencia, Limpal, Justapaz, Cuerpo Con-siente, ACOOC, SanAcción, Hijos e hijas por la Memoria y Contra la Impunidad
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